thumb do blog Renato Cardoso
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CÓMO LIDIAR CON LOS MALOS Y VENCER (Salmo 91)

No pierda el sueño por lo que le hacen, tampoco les desee el mal a los impíos, confíe en Dios y siéntase en casa con Él, al abrigo del Altísimo

«Con tus ojos mirarás y verás la paga de los impíos.» Salmos 91:8

¿Qué significa «impío»? Esta palabra proviene de impiedad, es decir, «al que no le importa Dios». Si no respeta a Dios, mucho menos al prójimo. Es el que se cree señor de sí mismo y vive por sus propias reglas. Es el que, por no respetar a Dios, está rechazando la Salvación, que es el regalo de Dios. Imagínese gastar dinero en un regalo caro y que la persona le diga: «No quiero eso. Llévatelo». ¿Cómo se sentiría?

Lo primero que entendemos, en este versículo, es que la ley de la acción y reacción existe. El mal que usted les lanza a los demás da la vuelta y regresa a usted. No podemos burlarnos de Dios. Todo lo que el hombre siembre cosechará. No siempre sucederá en el momento, pero sucederá, porque es lo que dice la Palabra de Dios.

Un día todos rendirán cuentas (los impíos y los fieles). La diferencia es que los fieles ya tienen sus cuentas pagadas (a causa del Señor Jesús). Nadie escapa de los ojos del justo Juez. Él dijo: «Mía es la venganza». Esto significa que nuestra justicia no es perfecta, Él es quien se vengará. La justicia humana es falla, torcida y miope (porque no ve todo). Solo Dios ve todo y sabe juzgar con perfecta justicia.

Otra enseñanza sobre esta Palabra es que nadie saca la venganza de Dios. Él ajustará las cuentas. Él no dejará impunes al injusto y la injusticia.

Sé que no es fácil controlar nuestro deseo de hacer justicia con las propias manos. Aún más cuando la persona sufre una estafa, un daño, es asaltada, traicionada, entre otras situaciones que no se deben hacer ni con un enemigo. Es difícil ver todo eso y soportarlo. Esto exige fe.

Abraham no tenía que preocuparse por los que lo maldecían. Él solo tenía que preocuparse por ser la propia bendición, por andar con Dios, que es estar al abrigo del Altísimo. No se preocupe. Su trabajo es andar en la presencia de Dios y sentirse como en casa con Él. No se quede deseándoles el mal a los impíos.

Vea este video y sepa más sobre el tema.

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Colaborador

Obispo Renato Cardoso