«Con Sus plumas te cubrirá, y debajo de Sus alas estarás seguro, escudo y adarga es Su verdad.» Salmos 91:4

«Adarga» es un escudo que cubre el cuerpo entero, hoy en día lo puede ver en batallas de choque. Entonces, el salmista dice aquí que Dios cubrirá a todo el que habite en Su abrigo, como la gallina que cubre a sus pollitos debajo de sus alas. Cuando un ave está con su cría y percibe que hay un ave cazadora cerca, cubre a sus hijos debajo de sus alas, de tal forma que, a veces, se vuelven invisibles. Es muy curioso cómo el salmista usa esa expresión porque, muchas veces, Dios nos deja invisibles frente al mal.

Esto es una gran muestra de cuidado, de amor para los que Lo eligen como morada. El salmista también se refiere a la verdad del Altísimo, la Palabra de Dios es la verdad. Solo hay una verdad, Dios.

Hoy escuchamos a muchas personas que dicen «mi verdad». Pero la verdad es lo que no cambia, incluso habiendo diferentes puntos de vista. Un «punto de vista» es algo cargado de opinión. Nuestros conocimientos y experiencias hacen que tengamos una inclinación. Tenemos tendencias. Es natural que una mujer que tiene problemas con los hombres sea sensible al tema. Pero una mujer que fue bien tratada por un hombre y que tuvo un buen padre no tendrá los mismos sentimientos. Lo que cambia son las experiencias.

Pero la verdad de Dios no cambia, porque Él no cambia. Los principios y la verdad de Dios son eternos y no cambian con la sociedad, es la sociedad la que cambia. Lo que era absurdo hace 40 años hoy es común.

Sin embargo, cuando usted dice «mi verdad», quizás esa verdad sea una mentira que se dice a sí mismo. Es algo que le hace mejor poniéndolo, por ejemplo, como víctima. Es algo que lo puede hacer escapar de alguna responsabilidad. Es más cómodo crear una «verdad» que enfrentar «la» verdad, que es Dios. La mentira cambió de nombre. Hoy se llama «mi verdad».

Entonces, huya de la mentira. Busque la verdad de Dios, solo en ella estará seguro y protegido.

Piense al respecto con el siguiente video.

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