SOÑANDO CON EL MUNDO DE JOHN LENNON
Es muy fácil culpar a los demás por los errores cometidos, eso es inherente a la naturaleza humana, pero hoy usted puede tomar una actitud diferente, encontrar a alguien para culpar o asumir la responsabilidad de su vida. ¡La decisión es suya!
Es más fácil culpar a alguien que asumir la responsabilidad. Eso es algo que el ser humano conoce desde el principio de la historia, desde el Jardín del Edén: «… La mujer que me diste por compañera me dio del árbol, y yo comí», Génesis 3:12; «… La serpiente me engañó, y comí», Genesis 3:13. A partir de ahí, el ser humano aprendió a echarles la culpa a los demás para librarse de sus errores.
Podría dar muchos ejemplos bíblicos de personas que siempre, en un primer momento, intentaron echarles la culpa a terceros. Ese espíritu de culpar a alguien, en lugar de asumir la responsabilidad y hacer lo mejor, habita en el ser humano desde el inicio.
Este es un espíritu engañador, porque, mientras la persona culpa a alguien, ¿qué sucede? No digo que no hay injusticias, ni que no sufra en manos de terceros o que otros impidan su progreso. No descarto el hecho de que hay personas malas en este mundo, lo que estoy diciendo es que usted no puede cambiar el mundo ni al ser humano. Lo que puede hacer es asumir la responsabilidad de sus acciones y ver cómo reaccionará ante los problemas, qué hará con respecto a las dificultades que están en su camino.
Tal vez usted se lamente porque su padre y su madre no fueron como usted quería. Tal vez vive en un barrio precario y se siente miserable, como si el valor de las personas fuera su saldo bancario. Tal vez no pudo estudiar lo que le gustaría. A causa de eso, se queja todo el tiempo y es una persona amarga. Incluso, hay casos más graves, en los que la persona se vuelve vengativa. Ahora bien, yo le pregunto: ¿A quién le hace mal eso? Solo usted pierde.
Vea el video y piense sobre este asunto.