thumb do blog Renato Cardoso
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SÁLVESE QUIEN PUEDA

¿Sabía que hay una brújula en su interior? Sí, y puede usarla todos los días para saber tomar el camino correcto

El apóstol Pedro, en su primer discurso, luego de recibir al Espíritu Santo en Jerusalén el día de Pentecostés, dijo entre otras cosas:

«… Sed salvos de esta perversa generación», Hechos 2:40.

No se refería a la Salvación del alma, porque nosotros no nos podemos salvar, necesitamos al Salvador. El apóstol hablaba de una actitud de no mezclarse con las personas que estaban a su alrededor, a la manera de este mundo, de la forma en que se maneja este mundo. Si no hiciéramos esto, esta generación nos tragaría, seríamos parte de esta. Esta generación busca la exaltación de sí misma, lo que es contrario a Dios, es un camino de perdición.

¿Qué ocurre en el mundo hoy? Las familias están destruidas. ¿Por qué los niños están deprimidos? Podemos ver que el sufrimiento cada vez llega más temprano. La familia está desapareciendo.
La idea de tener al niño en el regazo y del abrazo de sus padres, es cada vez más extraña. Entonces, hay niños rebeldes, depresivos, criados por el celular. Es una generación fría, sin valores fijos (todo es relativo). Es una generación perversa, salió del patrón original y está cada vez más distante de la raíz, del Creador.

Es el consejo de Pedro, que repetía esto por las calles de Jerusalén, hace casi dos mil años y que tiene mucha más validez para los días de hoy. Tenga cuidado con quién anda, cuidado con lo que consume, con los ambientes que frecuenta, con las opiniones que usted dice que son suyas (pero son ecos que absorbió de esta generación).

«Sálvese de esta generación perversa» es lo que usted está escuchando, lo que está normalizando. Dios nos dio una brújula interna «esto no está bien».

Recuerdo que una vez estaba en la puerta de la escuela y tuve una discusión con otro alumno. Fue la primera vez que dije una mala palabra en público, todos me escucharon. Recuerdo que había un hombre a mi lado y que me miró con desprecio. Yo no estaba convertido, sin embargo, cuando vi su rostro de decepción, me sentí mal. Porque en mi interior había una brújula que señalaba eso como un error. Hoy en día, en la mayoría de los círculos sociales, lo raro es no decir malas palabras. Las cosas están invertidas.

Dios le da a usted esta brújula. Cuando la aguja comienza a vibrar diciendo que está en el camino equivocado, es Dios intentando hablar con usted. Es mejor que salga de ese camino errado. Aún hay esperanza para usted. Pero, si ya no tiene sensibilidad, solo un milagro lo salvará de eso.

¿Usted se está separando de esta generación perversa o se está uniendo lentamente?

Vea el mensaje completo en el siguiente video.

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Colaborador

Obispo Renato Cardoso