thumb do blog Renato Cardoso
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¿POR QUÉ DIOS PERMITE LAS MALDADES EN EL MUNDO?

¡Aprenda a hacer de las injusticias un motivo para acercarse más a Dios!

Una joven me escribió pidiendo ayuda: «Me siento muy mal al ver todo el mal que ocurre en el mundo». Ella hablaba de cómo se sentía al ver las noticias, las muertes de inocentes, y enumeraba una lista de cosas que consideraba grandes injusticias, sin entender por qué Dios permite todo eso. Un consejo que le di a ella, se lo doy a usted también.

¿Cuántas veces vemos injusticias y nos llenamos de bronca, queriendo hacer justicia por mano propia? (Pero esto normalmente termina en más injusticias). Entonces, reflexionemos:

1) No debe ver todo lo que se publica en redes sociales y noticieros.

Esto no le hará bien a su salud mental. No estoy defendiendo la ignorancia; lo que digo es que, así como no consume basura para su cuerpo, tampoco debería consumir información que dañe su mente. Y, dado que el ser humano siempre se inclina hacia las malas noticias, estas son las que generan audiencia. Por eso parece que solo ocurren cosas malas. Pero, gracias a Dios, también hay personas y acontecimientos buenos. Quien juzga el mundo solo por las noticias obtiene una visión distorsionada. Por eso, usted debe ser cuidadoso con lo que consume.

2) ¿Por qué sentimos este sentido de injusticia al ver que ocurren cosas malas?

Esto es resultado de que, en nuestro interior, hay un sentido que apunta hacia la justicia. Si no tuviéramos un «estándar» de lo que está bien o mal, no nos importarían las injusticias del mundo. Dentro de nosotros hay un sentido natural de lo correcto e incorrecto: son leyes naturales que Dios escribió en el corazón humano. Por lo tanto, al percibir las injusticias en el mundo, entendemos que Dios nos está permitiendo ver un poco de lo que Él ve en su totalidad. Él es omnisciente y lo ve todo. Así, podemos sentir un poco del dolor que Dios siente.

Usted debe entender que vivimos en un mundo enfermo, que le ha dado la espalda a Dios. El mundo es resultado de esta negación de la justicia. Tal vez usted diga: «¿Por qué tengo que sufrir injusticias si vivo en justicia?». La respuesta es: Vivimos en un mundo injusto. ¿Cómo puede usar ropa blanca y caminar por el lodo sin mancharse? Vivimos en un mundo lleno de inmundicia moral. Las injusticias de este mundo salpican a los justos.

¿Dios es indiferente? ¿Por qué no interviene? Dios ya intervino y volverá a intervenir al final. Por eso la Biblia habla del «Juicio Final».

La pregunta que usted debe hacerse es: ¿Cuál fue el mayor mal cometido en la historia de la humanidad? ¿Cuál fue el acto más cruel de los seres humanos? Fue haber matado al Hijo de Dios. La mayor crueldad de este mundo no la sufrió un ser humano, sino Dios mismo.

El texto dice: «Fue despreciado y desechado de los hombres, varón de dolores y experimentado en aflicción; y como uno de quien los hombres esconden el rostro, fue despreciado, y no le estimamos». (Isaías 53:3). Esta es la razón por la que el mundo sufre: Dios vino al mundo, pero el mundo no lo recibió. Sin embargo, quienes se acercan a Él reciben perdón y paz. Y, con la paz, viene la esperanza. Así confiamos en que, al final, la justicia prevalecerá. Nuestra esperanza no está en ningún ser humano, sino solo en Él.

Si usted no cree en esto, entiendo por qué sufre. Es difícil vivir en este mundo sin esperanza. Pero quienes creen en Él renuevan su esperanza. Cada vez está más cerca ese «Juicio Final».

Reflexione sobre esto y vea el mensaje completo en el siguiente video.

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Colaborador

Obispo Renato Cardoso