thumb do blog Renato Cardoso
thumb do blog Renato Cardoso

JOVEN CON RESENTIMIENTO CONTRA DIOS: LO QUE ÉL ME DIJO

¿Cuántas veces se ha puesto en el lugar de Dios y ha hecho de Él su siervo, queriendo las cosas a su manera, su voluntad prevaleciendo en todo? Lamentablemente, no hay manera de que Él haga lo mejor si usted no se Lo permite. Entonces, confíe y aprenda sobre esta fe de calidad.

Un joven me dijo: «Obispo, estoy perdiendo mi fe en Dios». Me sorprendí. Le pregunté qué era lo que ocurría. Y él me respondió: «Obispo, yo pertenezco a la iglesia desde siempre. Me preocupo por hacer las cosas de la iglesia, como lo aprendí. Sirvo, formo parte de los grupos voluntarios. Pero hay algo que Le he pedido a Dios hace años y Él no me atendió. Estoy empezando a sentir resentimiento contra Dios».

Mi respuesta fue la siguiente: «¿Se te ha ocurrido que eso que Le pides no es lo que Él quiere para ti? En Su infinita sabiduría, Él ve que esto no te ayudará como tú crees».

Lamentablemente, muchas personas tienen la misma actitud de este joven, piensan que Dios existe para cumplir sus deseos. Si usted cree en un «dios» que atiende todos sus deseos, ¿quién es el verdadero Dios en esta relación? ¿Podría ser que el «dios» no sea usted? Es decir, este tipo de relación equivocada es más común de lo que parece (sobre todo en el ambiente cristiano). Este es el típico pensamiento de las personas que escucharon hablar de versículos que apelan a los deseos humanos, como: «El Señor es mi Pastor y nada me faltará». Estas personas abrazaron estos versículos fuera de contexto y no entendieron lo que realmente dicen. Estas personas ni siquiera entendieron el inicio del Evangelio.

El propio Señor Jesús dijo: «… no busco Mi voluntad, sino la voluntad del que Me envió, la del Padre», Juan 5:30.

Él no vino para hacer Su voluntad. Incluso, oró para que la copa pasara de Él, pero el Padre no Lo protegió, porque no era Su voluntad. Y el hijo, en su total confianza, Se sometió al Padre.
A veces las personas deben beber de la «copa». Es como el niño al que el padre debe darle un remedio de mal sabor y pone cara fea, da vuelta la cara. Pero el padre hace que lo tome. Entonces, la «copa» a veces es amarga, pero le hará bien.

Hay personas que se meten algo en sus cabezas y no quieren saber si eso es la voluntad de Dios o no. Primero viene la voluntad de Dios. Y necesitamos aprender sin comprender. Porque a veces parece que las cosas no tienen sentido.

Lo que debemos tomar como lección es que debemos confiar (aun cuando no entendamos lo que sucede, el aparente silencio de Dios). El silencio significa que Dios está haciendo otra cosa, que luego entenderemos. Este tipo de fe es de la más alta calidad. Es la que no ve, no toca, no entiende, pero confía en el carácter de Dios, sé que no es fácil, pero es mejor que sea así.

A causa de esa confianza, los hijos saben que Su voluntad será infinitamente mejor que sus propias voluntades.

Medite sobre este mensaje a través del siguiente video.

imagem do author
Colaborador

Obispo Renato Cardoso