thumb do blog Renato Cardoso
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ESA MANERA ENTROMETIDA DE SER

Esta sería una buena película: Esa manera entrometida de ser. ¿Sabía que hay un proverbio sobre la persona entrometida? Vale la pena escuchar y aprender

El libro de Proverbios es muy rico en sabiduría. Y sería bueno, si aún no lo leyó, que lo lea (aunque sea un versículo por día). Si ya lo leyó, sería bueno volver a leerlo.

«Honra es del hombre dejar la contienda; mas todo insensato se envolverá en ella.» Proverbios 20:3

El rey Salomón sabía de lo que hablaba. En primer lugar, «apartarse de las contiendas» es como en el fútbol. En este deporte hay una expresión «pelota dividida» en la que dos jugadores de equipos opuestos corren hacia la pelota y la patean al mismo tiempo, tiene ventaja quien gana la «dividida». Entonces, cuando la rivalidad es muy grande, un jugador corre con todas sus fuerzas sin importarle si le fracturará el pie al otro. La «pelota dividida» es una jugada peligrosa en el fútbol y, por este motivo, se trata de evitar. En solo fracción de segundos, el jugador debe decidir si lo hará o no. Y piensa: «Vale mucho más mi pie que esa jugada».

Y en la vida hay situaciones como las de la «pelota dividida». «¿Qué vale más? ¿Ganar este asunto o tener paz?». Pero hay quienes se preocupan por todo, por pormenores.
Si un niño no cierra la crema dental, la madre lo regaña. Y, como este, hay muchos ejemplos.

Es difícil convivir con estas personas. Son inoportunas y, generalmente, no tienen muchos amigos, porque los demás las evitan. Estas personas se preocupan mucho por cosas sin sentido.

Usted debe poner en la balanza la «pelota dividida» de un lado y del otro las cosas que tienen más valor (salud, paz, trabajo, matrimonio y demás). El sabio hace ese cálculo en su cabeza en una fracción de segundos.

Tal vez usted quiere probar que está en lo correcto solo para agradar a su ego. Pero mantenerse enfocado en lo que realmente importa es fruto de la sabiduría. El sabio no se involucra en conversaciones vanas ni les da importancia a cosas inútiles.

La segunda parte del proverbio también es interesante. El insensato cree que debe involucrarse en todo, llama a alguien y le dice: «Me enteré de tal cosa, así que cuéntame», entra donde no debería. Las pocas veces que saca algo de su forma de ser entrometida, la respuesta es mucho más negativa que cualquier ventaja. Comenzando por la reputación que tiene el insensato de ser entrometido. ¿A quién le agrada un entrometido? ¿Quién dice: «quiero enamorarme de un entrometido?», pero esta persona, incluso, se siente orgullosa de ser así.
La esperanza de mi mensaje es que los «candidatos a insensato» se despierten y digan: «Prefiero ser honrado a ser un insensato». A lo largo del tiempo, su reputación vale más que su empleo, que su cuenta bancaria o bienes. Su buen nombre vale más que todo eso.

Piense al respecto y vea el siguiente video.

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Colaborador

Obispo Renato Cardoso