thumb do blog Renato Cardoso
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EL QUE NO PIENSA, PAGA

«El prudente ve el mal y se esconde, mas los simples siguen adelante y son castigados». Proverbios 22:3

Conversando con Cristiane, notamos que, a pesar de tener historias y educación diferente, compartimos un principio desde la juventud: siempre buscamos aprender con los errores ajenos. Este es, incluso, una de las principales enseñanzas de la Palabra de Dios.

La Biblia, desde Génesis hasta Apocalipsis, muestra dos tipos de personas: las prudentes y las necias. Las prudentes escuchan, aprenden y practican; evitan cometer los errores de los demás. Por otro lado, las necias insisten en aprender de la manera más difícil: cometiendo sus propios errores.

La ilusión de aprender con los propios errores

Piensa: nadie intenta construir su propio auto para aprender cómo funciona — confiamos en el que ya lo hizo. Después de todo, no necesitamos reinventar lo que ya funciona. Pero, cuando se trata de la vida — de las relaciones, de las decisiones, de los vicios, de la fe — muchos prefieren ignorar los consejos y repetir viejos errores.

Lamentablemente, es común escuchar a jóvenes decir que «necesitan cometer sus propios errores». Sin embargo, esa mentalidad romantizada por celebridades que dicen no arrepentirse de nada es una ilusión. Todos los errores tienen consecuencias, y algunas son terribles.

La verdadera sabiduría está en escuchar consejos, observar la historia y aprender con los que ya pasaron por el camino.

La historia existe para enseñarnos, sea personal o general. Estudiar el pasado evita repetir tragedias, tanto en escala mundial como individual. Si sabes que algo sale mal, ¿por qué repetirlo?

La prudencia es un acto de humildad

A diferencia de cualquier otro libro, la Biblia sigue actual porque es la Palabra de Dios — sabia, práctica y eterna. Esta enseña sobre matrimonio, economía, salud, familia, liderazgo y mucho más. Está disponible para el que desea escuchar y practicar.

Prudencia es esto: buscar sabiduría antes de equivocarse. El que participa de la Terapia del Amor, por ejemplo, está siendo prudente — buscando aprender para vivir mejor.

Lamentaciones no cambian nada. Estar preso a las emociones y quejarse en las redes sociales no resuelven los problemas. El cambio comienza con la humildad de aprender. El que es humilde evita la humillación; el que es orgulloso prolonga el sufrimiento.

Les dejamos el consejo: aprende con los errores de los demás, sé prudente y evita dolores innecesarios. No te olvides: el que no piensa, paga.

Llegaron dos días para cambiar la historia de tu vida:

  • Sábado — 17/05, a las 14 h: Mega Dance en el gimnasio de Ibirapuera
  • Domingo — 18/05, a las 14: Conexión Teen + Charla de Noviazgo Blindado (también en el gimnasio de Ibirapuera)

Mira este mensaje completo en el video de arriba.

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Colaborador

Obispo Renato Cardoso