A veces la desesperación  se apodera de usted y usted piensa que ya no existe nada más que pueda hacer. Ya ha intentado de todo o, por lo menos, así lo piensa.  Una voz martilla en su cabeza diciendo que la mejor solución es desistir o hacer alguna locura.

Pare.

La buena noticia es que siempre hay algo que usted aún no intentó.  La mala noticia es que yo no sé lo que usted aún puede intentar.
Sin embargo (aquí va otra buena noticia) yo conozco a Alguien que sabe.

Ahora mismo, allí donde usted está, invoque a Dios con toda su fe y sinceridad.  Pídale una orientación, una ayuda, una salida.

Usted la encontrará, porque Él le mostrará.

Siga adelante.  No le cuesta nada.  Pero podrá salvar su vida y sacarle de esta situación.