Solo el que está atravesando un momento angustiante sabe cuán doloroso es. Sin embargo, la Palabra de Dios tiene un consejo para los que se encuentran viviendo tiempos así, observe:

«Anda, pueblo mío, entra en tus aposentos, cierra tras ti tus puertas; escóndete un poquito, por un momento, en tanto que pasa la indignación.» Isaías 26:20

Ese «entra a tus aposentos» no es permanecer depresivo, escondido de los problemas, ¡sino separar un momento para derramar una oración secreta delante de Dios!

Vea que hay algo muy importante en este versículo: ¡hay una garantía!

Hay una garantía de que ese vendaval que sopló en su vida pasará, pero solo pasará si usted no se desespera, si hace las cosas bien y si recurre al único que puede ayudarlo, Dios.

Vea el video completo y aprenda más sobre el poder de la oración individual, ¡esa que nadie ve, excepto Dios!