thumb do blog Renato Cardoso
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Una palabrota que usted no conocía

Hace mucho tiempo me decidí a tratar la palabra “esperar” como si fuera una palabrota.  Me di cuenta de que, salvo raras excepciones, siempre hay algo que podemos hacer acerca de una situación en lugar de «esperar». 

Está claro que «esperar confiadamente en el Señor» implica fe, confianza, ausencia de ansiedad – y debe ser practicado. Sin embargo, esperar, cuando se utiliza en lugar de un verbo de acción es sólo una excusa.

Haga una prueba. Cada vez que se encuentre diciendo esta palabrota (créame, si la trata como una mala palabra, funciona mejor), compruebe si no hay algo que pueda hacer en vez de sólo “esperar”.

“Estoy esperando a que fulano me llame…” Ok, detente ahí.  ¿Seguro que no puede hacer nada al respecto a no ser esperar por esa llamada? ¿Qué tal si usted mismo lo llama? ¿Será que otra persona no podría darle la misma información o decisión?  ¿Y qué usted pretende hacer después de la llamada?  ¿Será que no se puede comenzar ya y ir adelantando las cosas? Probablemente, usted verá que hay algo que puede ser hecho.  Entonces, ¿qué está esperando?

Aun cuando usted tiene que “esperar en Dios”, siempre hay algo que puede hacer mientras espera. David esperó en Dios durante muchos años para ser rey de Israel. Pero mientras tanto, él luchó guerras, formó un ejército personal, escribió salmos, hizo alianzas con líderes de Israel y  con otros pueblos, y se preparó para el reinado. No se quedó sentado esperando.

Lo mismo sucedió con la mayoría de los héroes de la fe.

Quizás usted ha estado «esperando» a la persona adecuada para casarse, o el momento correcto para iniciar su propio negocio, o a que alguien tome una decisión que le afectará mucho. Pero ¿qué usted está haciendo al respecto, mientras espera?