¿Quién es más inteligente? ¿El hombre o el mono? Antes de responder, vea el video*:

Comedia aparte, vamos a sacar un aprendizaje de esto. Note las consecuencias de tomar decisiones basadas en la emoción.

Los soldados, alborotados por la presencia del mono, están claramente tomados por un estado emocional de alegría, relajados y divertidos. Se burlan del mono, exhibiendo una confianza muy grande en su propia superioridad. Embalado, el soldado de la izquierda manda al compañero a darle la ametralladora al mono. El compañero, sin pensar ni por un segundo, le entrega el arma cargada al mono. El resto es solo risas. Pero podría haber terminado mucho peor.

Vea sin embargo cómo eso ilustra lo que puede suceder cuando estamos actuando por la emoción. Suspendemos la razón, hacemos burradas y entregamos nuestra fuerza en manos del enemigo.

Las decisiones hechas por la emoción no son decisiones, son impulsos. No se eluda.

Somos seres emocionales. Cuando somos tomados por la emoción – sea rabia, alegría, tristeza, euforia, pasión o cualquier otra – podemos hacer burradas y colocar la propia vida en peligro. Nos reducimos a meros seres irracionales.

Así, muchos se casan por la emoción, hacen negocios en la emoción, se dejan influenciar por los amigos a causa de la emoción, abrazan una religión solo por lo que las emociones religiosas los hacen sentir.

Las emociones tienen su lugar y momento adecuados. Pero nunca deben servir como base para nuestras decisiones.

Regístrese en este blog y sea avisado de nuevos posts…

Vea también:

• Cómo vencer al cáncer emocional
• El grito que nadie oye
• ¡Te odio! ¿Quieres casarte conmigo?
• Trolls y viendo lo que quiere ver
• Cosas que solo existen dentro de usted

*Existe la especulación de que el mono del video anterior haya sido generado por computadora. Me parece improbable, pero no pongo mis manos en el fuego. El hecho es que no es difícil explicar que un mono será suficientemente inteligente como para apretar el gatillo de un rifle, ni que un ser humano sea suficientemente burro como para darle un rifle cargado en la mano a un mono. Por lo tanto, la lección prevalece.

¡Compártalo!