¿Usted está cometiendo este error, aunque sea de manera inconsciente?

Muchas personas les atribuyen a otras personas, a los objetos e incluso a las fuerzas de la naturaleza, la consideración, la confianza y la honra que deberían atribuirle solo a Dios.

Hubo un momento en la vida de Jacob en el que tuvo que ser radical, sobre este tema, con su familia y los siervos que lo acompañaban: “Entonces Jacob dijo a su familia y a todos los que con él estaban: Quitad los dioses ajenos que hay entre vosotros, y limpiaos, y mudad vuestros vestidos.” Génesis 35:2

Aunque la Biblia enfatiza que Dios no está a favor de la idolatría, el número de personas alrededor del mundo que dicen ser cristianas y creer en la Palabra de Dios, pero, aun así, tienen ídolos, es sorprendente. Muchos no tienen estatuas, sin embargo, ponen a sus denominaciones, iglesias, pastores, obispos, estudios, familiares, carreras, dinero, reputación, belleza, apariencia, por encima de Dios, atribuyéndoles a esas cosas y personas su felicidad y satisfacción en la vida.

Este error es tan grave y peligroso que la Biblia nos advierte que nosotros nos volvemos semejantes a nuestros ídolos: “Los ídolos de ellos son plata y oro, obra de manos de hombres. Tienen boca, mas no hablan; tienen ojos, mas no ven; orejas tienen, mas no oyen; tienen narices, mas no huelen; manos tienen, mas no palpan; tienen pies, mas no andan; no hablan con su garganta. Semejantes a ellos son los que los hacen, y cualquiera que confía en ellos.” Salmos 115:4-8

Si usted realmente quiere tener una vida con Dios, haga lo que Jacob le propuso a su familia, saque de su vida a los ídolos. Sepa cómo hacer esto en la práctica viendo el siguiente video (14 minutos).