TERREMOTO EN TURQUÍA/SIRIA: ¿DÓNDE ESTÁ DIOS?
El mundo amaneció con las terribles imágenes y noticias del terremoto que azotó Turquía y Siria la noche pasada. Es inevitable que, cuando vemos este tipo de tragedias que impactan en tantas personas de una sola vez (especialmente aquellas que están profetizadas en las Escrituras), volvamos nuestra mente hacia lo que el Señor Jesús dijo sobre las señales del fin de los tiempos.
Los terremotos siempre existieron en el mundo, pero el Señor Jesús, cuando se refirió a las señales que antecederían el fin, incluyó los grandes terremotos en varios lugares (Mateo 24:7). Y creo que este terremoto en Turquía puede encajar en uno de estos «grandes terremotos». Es duro saber del dolor de tantas personas.
Dios no siente placer con la muerte de nadie. Sin embargo, hay quienes se vuelven en Su contra diciendo: «¿Dónde estaba Dios? ¿Por qué permite que suceda esto?». Es imposible que usted crea en un Dios que le da libertad para hacer lo que desea y, al mismo tiempo, querer que Él lo libere de las consecuencias de sus propias decisiones. Es imposible que Dios le de tanta libertad y, en un momento de apuro, interfiera para que usted no sufra las consecuencias.
Tal vez se pregunte: «¿Por qué Dios permitió que ese conductor ebrio matara a ese niño?». Razonemos: Para poder impedir eso, Dios también debería impedir que ese hombre bebiera. Es decir, Dios debería quitarle la libertad a ese hombre. Por otro lado, el niño ya vino a este mundo sujeto a las decisiones de los demás. Entonces, nacer y vivir es un riesgo, a causa del mundo con libertad. La Palabra de Dios habla, el ser humano no puede ignorar la voz de Dios.
La Biblia dice que toda la creación gime (Romanos 8:22). Y nosotros lo vemos. El mundo está gimiendo. Usted ve que la naturaleza se está revelando contra el hombre. Vemos animales en extinción, polución, ríos que no tienen vida. Eso es doloroso.
¿Qué esperanza nos queda? Cuando el Señor nos habló sobre las señales, nos dio dos direcciones importantes. La primera es que las señales apuntan hacia algo. Por eso, cuanto más vemos que las señales se repiten, más alertas debemos estar con respecto a lo que apuntan. Y estas están apuntando hacia el fin del mundo, la gran tribulación que está por llegar, el regreso de nuestro Señor Jesús y el juicio final sobre toda la tierra. No importa si usted cree en esto o no; si es sensato, al menos lo considerará. La segunda dirección es: cuide su alma. Porque, sin previo aviso, muchas personas murieron por ese terremoto. Una cosa es segura: todos partiremos y, cuando el cuerpo sea sepultado, ¿adónde irá el alma? Escuche el mensaje completo en el video.
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