Surgió un muchacho en el trabajo de ella
Vea la situación de esta pareja que nos escribió:
Renato y Cristiane,
Tengo 24 años y mi esposa 25, estamos casados hace 2 años. Hace unos 8 meses ella adquirió el libro «Matrimonio Blindado» y comenzó a leerlo con asiduidad. Sinceramente, al principio me pareció bonita su actitud pero no confié en la lectura. Por ser un cristiano poco ortodoxo, con cierto orgullo, creí que la Biblia y la vida de modo general me enseñarían lo que necesitáramos. El hecho es que con frecuencia estábamos enfrentando situaciones de indiferencia, intolerancia y discusiones donde la falta de respeto ya predominaba. Percibía en ella un esfuerzo para que mejoráramos, sin embargo mi orgullo en algunos momentos no permitió que me humillara y varias veces busqué curar los problemas de forma superficial.
Como cristianos, sabemos que nuestra lucha no es solo conductual sino espiritual, y nuestro adversario comenzó a colocar en el corazón de mi esposa que ella no necesitaba pasar por aquello, al punto de que surgiera un muchacho en su trabajo haciéndole juramentos de amor y promesas de una felicidad que ella no estaba encontrando en nuestro matrimonio. Le agradezco a Dios por la complicidad que existió entre nosotros, conversamos y ella se abrió y me habló sobre eso.
Desde entonces hemos luchado para restablecer la comunión y el respeto, porque el amor que Dios colocó en nuestros corazones ha subsistido a todo. Esta situación me enseñó algunas lecciones difíciles, pero importantes para convertirme en quien soy hoy. Sufrí cuando llegué al punto de pensar que perdería a mi esposa, pero buscando fuerzas en el Señor y apropiándome de los consejos narrados en este libro, pude encontrar las herramientas necesarias para la edificación de mi hogar, junto a mi querida esposa.
Queremos, en nombre mío y de mi esposa, agradecerles por su trabajo en la lucha por la preservación de la familia: esta institución maravillosa, fundamentada por Dios.
Que Dios continúe bendiciéndolos poderosamente.
H.R. y A.L.
Es como siempre decimos: para tener problemas en la relación, basta estar en una. Por eso usted necesita blindarla, no importa hace cuánto está casado o de novio, no importa cuánto se aman, no importa si los dos creen en Dios. Dios nos da inteligencia y herramientas para que protejamos nuestra relación. Él no hace por nosotros lo que nosotros tenemos que hacer.
Nunca, jamás, se relaje en su relación.
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