Antes que acabara de hablar en mi corazón, vi a Rebeca que salía con su cántaro sobre el hombro; descendió a la fuente, y sacó agua. Entonces le dije: “Te ruego que me des de beber.” Ella, al punto, bajó su cántaro del hombro y dijo: “Bebe, y también a tus camellos daré de beber.” Yo bebí, y dio también de beber a mis camellos. Génesis 24.45,46

Después de orar y pedir a Dios que le ayudara a encontrar la mujer correcta para ser esposa de Isaac, el siervo de Abraham utilizó una petición como una prueba para saber quién sería la elegida.

Rebeca no atendió solamente a la petición del siervo, pero fue más allá y le dio más de lo que él había pedido.Él pidió agua para él solamente. Un vaso de agua, tal vez dos, sería suficiente. Pero ella sacó agua también para dar de beber a los camellos de aquel extraño (un camello puede beber hasta 200 litros de agua).

Un espíritu excelente y generoso, común en las personas exitosas, y muchas veces confundido con “suerte”. Alguien diría que Rebeca tuvo “suerte” de haber sido elegida, pero en realidad, fueron su generosidad y su espíritu de excelencia que la hicieron ser elegida.

¿Usted es mezquino e indolente – o generoso y excelente en lo que hace?

La generosidad es el retrato del alma. La persona que tiene el alma pobre, codicia. La persona que tiene el alma generosa, da. La generosidad es la belleza del alma. Cuando usted es generoso, usted se vuelve extremadamente atractivo.

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