A las mujeres no les gustan los hombres pegajosos. A los hombres tampoco les gustan las mujeres pegajosas (pero los hombres a veces las aceptan). A las mujeres les gustan los hombres cazadores. Los pegajosos quieren besitos todo el tiempo. Las ven y quieren darles un piquito. ¿Qué sucede? Las hacen sentir como si ellas no necesitaran hacer nada. Son esos aburridos que están en sus manos, por eso, ellas no sienten su ausencia. Esta es la gran cuestión.

Uno de los secretos en la relación es que haya un equilibrio entre los dos extremos. Un extremo representa a las personas ausentes. Las que permanecen en silencio y ausentes. Este es un extremo. El otro extremo representa a las personas pegajosas en la cola de la otra. Ninguno de los dos casos es sano. Tienes que estar en el medio. Tienes que hacer ese equilibrio entre estar ausente y estar presente. Tienes que estar en el medio.
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