thumb do blog Renato Cardoso
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Siga su corazón

Aquí va una parábola:

Usted está en la parada de autobús. Sus ojos están fijos en la esquina que está a menos de 300 metros de distancia, pues es de allá que el autobús va doblar para entrar en la calle en la que usted está.

De repente, usted ve un autobús ignorar el semáforo rojo, haciendo la curva violentamente, por encima de la velocidad máxima permitida…  Al invadir la línea contraria, casi choca con un vehículo que venía en sentido contrario. Aprensivo, usted intenta entender lo que está sucediendo. Mientras tanto, el autobús se aproxima rápidamente. Casi llegando a su parada, frena bruscamente y para frente a usted. Usted siente el olor de aceite y neumáticos quemados. Dentro del autobús, personas gritando, desesperadas, queriendo salir. La puerta delantera se abre y los pasajeros, asustados, y con rabia, se bajan del autobús apurados, insultando al conductor. Algunos gritan muy irritados: “¿Usted está loco? ¿Nos quiere matar?”

El autobús queda vacio, excepto por el conductor. Él realmente tiene cara de loco, y no parece importarse con los insultos que acabó de recibir.

Entonces, él le mira con un mirada inocente, como si nada hubiese pasado, y le habla con una voz bien suave: “Bienvenido, ¡puede subir! ¡Será un paseo maravilloso!”

El nombre de la empresa del autobús es “Siga Su Corazón Transportes”. El conductor loco viste una camiseta roja con letreas blancas en el pecho: “SU CORAZÓN”.

Usted tiene que tomar una decisión.

 ¿Tendría el valor de entrar en este autobús?

El que confía en su propio corazón es un necio. Proverbios 28:26

Entonces, ¿por qué razón usted seguiría a su corazón en la vida real?

P.D. La mayoría de las personas que he aconsejado, cuyas vidas hoy están destrozadas, comenzaron simplemente haciendo lo que “sentían en el corazón”. No sea tonto.

 

Lea este mensaje en inglés…