La mayoría de las personas, normalmente, prefieren ignorar la existencia del mal, no pensar ni hablar sobre él. Y es justamente a causa de esta omisión que la maldad ha crecido asustadoramente. Si no lucha en contra de la fuente del mal, que es el diablo, usted se queda vulnerable a él y le da cada vez más espacio y oportunidad para que siga actuando.

En el modelo de la oración diaria que el Señor Jesús nos dejó, Él incluyó el siguiente pedido: “… mas líbranos del mal…” (Mateo 6:13), probando, así, la importancia de no ignorarlo. El mal es real y nos rodea en todo momento. La verdad es que vivimos en un campo de batalla espiritual. Las cosas absurdas y deshumanas que suceden en el mundo son provocadas justamente por el mal invisible contra el cual las personas no se blindan, de modo que se vuelven víctimas o, incluso, cooperan con él.

Aprenda más sobre cómo protegerse de todos los males en la práctica al ver este video (11 minutos).