Tiger Woods – infidelidad, adulterio, obsesión por el sexo.

Alexander McQueen – el famoso diseñador de moda inglés que se suicidó en la semana pasada – suicidio, extremado apego a su madre que había muerto.

Joseph Stack – que incendió su propia casa y estrelló su avión en el edificio del gobierno de Texas esta semana – suicidio, rencor, rabia, ira.

A cada día vemos historias como la de estas personas que perdieron la cabeza, y juntamente con ésta, su reputación, su dinero, su familia y, en algunos casos, la propia vida. Sin embargo, vea qué es lo que motiva a estas personas a tener tales actitudes. Sentimientos incontrolados, falta de dominio propio, ausencia de estructura espiritual para lidiar con las tentaciones y los reveses de la vida. Obras de la carne, como dice en las Escrituras.

En realidad, ni necesitamos ver las noticias. A nuestro alrededor podemos ver casos semejantes en nuestro círculo de amigos, de familiares y colegas de trabajo – quizás incluso en nuestra propia vida.

Entienda algo: La naturaleza humana es débil. Ella no tiene condiciones de enfrentar y vencer los desafíos de la vida. Por esto, el Señor Jesús dijo que la solución para esto es morir para sí mismo y renacer. Cuando decidimos morir para nuestra vieja criatura, permitimos que Él forme en nosotros una nueva criatura – una que es hecha a Su imagen, y que tiene Su naturaleza, por lo tanto, capacitada para vencer.

“Porque todo lo que es nacido de Dios vence al mundo.” 1 Juan 5.4

Para eliminar la vieja naturaleza, existe el bautismo en las aguas. Pero la razón por la que muchos fueron bautizados pero no renacieron, es porque no murieron para sí mismos antes del bautismo.

Fíjese:

La ceremonia del bautismo es como el sepultamiento de una persona. Cuando usted va al entierro de alguien, la persona no está más allí. Solo está su cuerpo. Ella murió algunos días antes. Ahora ella está solo siendo sepultada.

De la misma manera, cuando una persona es bautizada de verdad, la ceremonia es solamente la confirmación de lo que ya sucedió antes que ella llegara a las aguas – la muerte de su yo. Primero muere, después es sepultada. Primero ella decide morir para sí misma, después ella se bautiza en las aguas.

Si usted:

Reconoce que aún es víctima de sus sentimientos incontrolados
No logra tener dominio propio
Tiene rencores o resentimientos que no logra perdonar
Vive cayendo en errores y sintiendo remordimiento
Reconoce que aún no renació
Decide ahora morir pasa si mismo

Entonces, busque a una y bautícese en las aguas. Pero certifíquese de que decidió morir para sí mismo primero. No es una buena idea ser enterrado vivo…