Un día usted llega a su casa y encuentra un desastre, la casa totalmente desordenada, muy diferente a como la dejó por la mañana. Naturalmente, pregunta: «¿qué pasó?». Quiere saber quién lo hizo, quién desordenó su casa y quiere algunas explicaciones.

Si un auto nuevo aparece de la nada en su garaje, quiere saber quién lo puso, ¿qué quiero decir con eso? Todos sabemos que las cosas que existen no existen de la nada, no existen por sí solas. Alguien las hizo, alguien las creó, alguien las fabricó.

Todos saben esa lógica. Sin embargo, cuando el asunto es él mismo, muchos no buscan saber sobre su Creador, que va más allá del padre y de la madre. Lamentablemente, la mayoría solo busca por las cosas fútiles de este mundo y no por el Creador de sus vidas.

Y en esa búsqueda, buscan en otros altares, en otros dioses, en otras cosas para solucionar el problema de su interior y se olvidan de pensar en lo obvio: en su Creador.

Si enfrenta algo en su interior que parece que está «roto», algo malo con lo que no se siente bien, es momento de buscar al que lo conoce profundamente. ¿Quiere saber cómo hacerlo? ¡Vea el video completo!