Las personas se diferencian por la manera en la que lidian con sus errores. En el pasado, Saúl solo sintió remordimiento de su pecado, preocupándose por mantener las apariencias. Mientras que David, al ser confrontado, reconoció su culpa sin justificaciones. Por eso, el final de estos dos reyes de Israel fue muy diferente.

Mucho más que caridad, ofrendas que proporcionan momentos de bienestar y tranquilidad por los errores cometidos, el único camino para levantarse luego de haber cometido un error (o varios) es el arrepentimiento sincero. «Los sacrificios de Dios son el espíritu quebrantado; al corazón contrito y humillado no despreciarás Tú, oh Dios.» Salmos 51:17

Sepa más al respecto viendo el video (12 minutos).

Este domingo, 10 de octubre, el Domingo del Recomienzo, en todas las Iglesias Universal. Si usted quiere tener una nueva vida, borrar sus errores y recomenzar de la manera correcta, verifique la dirección más cercana a usted aquí.