¿SABE CUÁL ES SU CONEXIÓN CON LA PASCUA?
La Pascua es una de las conmemoraciones religiosas más antiguas de la humanidad. Por más de 3 mil años, se conmemora la Pascua.
Los judíos comenzaron en Egipto, cuando Dios proveyó la salida del pueblo, después de 400 años. Allí, llegaron a ser esclavos. Esa noche, Dios dijo que todos deberían quedarse en casa con su familia, prepararse para la jornada y sacrificar un cordero, perfecto, macho de un año. Con la sangre del cordero, ellos deberían marcar los umbrales de las puertas en la parte externa de la casa. De modo que el espíritu destructor (que Dios mandaría como décima plaga contra el Faraón por no permitir que el pueblo de Dios saliera en libertad) pasaría por todo Egipto. Y toda casa que no tuviera la marca de la sangre del cordero, el destructor entraría y heriría al primogénito de esa familia. Entonces, el pueblo hebreo, obedeció esa dirección de Dios. Ellos comieron la Pascua: la carne del cordero, el pan sin levadura y las hiervas amargas (un símbolo que serviría para recordarles los años de esclavitud en Egipto). Finalmente, el Faraón los expulsó de allí.
Desde entonces, el pueblo judío conmemora la Pascua. Y el cristianismo abrazó la Pascua, porque esa ceremonia ocurrida en Egipto, en realidad, apuntaba al cordero que Dios sacrificaría siglos más tarde: Su Hijo. Sería para librarnos de la esclavitud del pecado, de la muerte (así como los hebreos eran esclavos en Egipto). El Señor Jesús vino al mundo como un cordero perfecto (sin pecado), fue sacrificado y aquellos que marcaron sus vidas con Su sangre son libres del espíritu de la muerte. Nosotros celebramos la Pascua recordando el sacrificio del Señor Jesús el «Viernes Santo». Cuando Él dijo: «¡… Consumado es!…», hubo un terremoto, el cielo se oscureció. Allí, fue quebrada la alianza con el mal. Y todos los que creen están libres, como el pueblo de Israel fue libre de Egipto.
Sin embargo, recuerde que, después de la salida de Egipto, Faraón aun persiguió al pueblo hebreo. Ellos también enfrentaron el desierto antes de llegar a la Tierra Prometida. La mayoría del pueblo pereció en el desierto por falta de perseverancia. Así también sucede hoy en día. El hecho que el Señor Jesús haya vencido en la cruz no significa que automáticamente seremos salvos. Debemos mantenernos salvos hasta llegar a la Tierra Prometida, que será la Vida Eterna (el momento donde cerraremos los ojos en este mundo).
¿Qué significa eso para todos nosotros? Usted, que está recibiendo este mensaje, tiene que pensar sobre lo que hizo el Hijo de Dios en la cruz. Jesús no es una figura ficticia. Hay innumerables registros bíblicos y extrabíblicos que muestran que Él existió. Él fue sacrificado y
resucitó. Posteriormente (1 Corintios 15:6), se les apareció a más de 500 personas (que creyeron en Él al punto de estar dispuestas a morir por la fe en Él). ¿Alguien daría su vida por algo teniendo la conciencia de que eso es una estafa, una ilusión? Nadie haría eso conscientemente. Pero muchos cristianos pagaron con la vida por creer en Él. La pregunta es: ¿Qué hará con el hecho de la resurrección y crucifixión de Jesús?
Medite en esto y vea el video.
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