En el libro de Lucas 10:1 se muestra que Jesús envió a setenta discípulos delante de Él, de dos en dos, a todas las ciudades y lugares por donde había de pasar. Ellos fueron con una misión clara: sanar a los enfermos, liberar a los oprimidos del mundo espiritual y anunciar el Reino de Dios.

Cuando regresaron, estaban llenos de alegría. Dijeron: “Señor, en Tu Nombre hasta los demonios se nos sujetan”. Era la primera vez que muchos de ellos experimentaban el poder de Dios actuando por medio de sus propias vidas.

Pero enseguida Jesús respondió algo que llamó la atención de todos:

“Yo veía a satanás caer del Cielo como un rayo”. (Lucas 10:18)

El enemigo es real, pero está derrotado

Con esta frase, el Señor Jesús recordaba que el mal es real y está activo en este mundo. Satanás fue expulsado del Cielo y ahora actúa en la Tierra, intentando destruir, engañar y alejar a las personas de Dios.

Por eso, quien tiene ojos espirituales entiende que la vida no está compuesta solo de batallas humanas, sino también espirituales. Basta con mirar el estado del mundo:

• violencia;
• corrupción;
• destrucción de familias;
• enfermedades del alma;
• Todo esto revela la presencia del mal.

Sin embargo, Jesús no dijo esto para generar miedo. Inmediatamente añadió:

“Mirad, os he dado autoridad (poder) para hollar sobre serpientes y escorpiones, y sobre todo el poder del enemigo, y nada os hará daño”. (Lucas 10:19)

Él dio autoridad a los que creen. Esa es la gran diferencia entre quien anda con Dios y quien ignora el mundo espiritual: el primero vence, el segundo es vencido.

El camino de la fe es el camino de la autoridad

Quien anda por el camino de la fe no necesita temer al mal. Por el contrario, aprende a enfrentarlo con la autoridad del Nombre de Jesús.

Muchos viven sin percibir cuánto actúa el enemigo de forma sutil. Algunos incluso se burlan del mal, tratan lo trágico como comedia y se visten de demonio en fiestas como Halloween. Pero quien hace eso, sin darse cuenta, abre brechas espirituales.

El diablo quiere ser tratado como una broma, porque así puede actuar libremente. Pero el verdadero discípulo no juega con eso. Se posiciona espiritualmente, usa la fe y toma posesión del poder que Cristo le concedió.

Despierta y elige el lado correcto

Por lo tanto, despierta. El mundo espiritual es real y está en movimiento, creas en él o no. Si no te proteges espiritualmente, terminas siendo una presa fácil.

Jesús dio poder a Sus discípulos — y ese poder está disponible hoy para todos los que creen, obedecen y siguen Su Palabra.

Usa esa autoridad. Pisa sobre el mal. No temas.

Porque quien camina con el Señor Jesús tiene poder para vencer todo el infierno.

Descubre en este video cómo obtener autoridad sobre el mal. No es necesario tener miedo — es necesario tener autoridad.

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