¿Quién es usted cuando sus planes no dan resultados? ¿Cuál es su reacción cuando lo que esperaba o lo que planeaba no sucedió? Piense sobre esto.

En la década de los treinta, un matrimonio tuvo la brillante idea de hacer un experimento. Querían hacer la prueba de que, si criaban a un chimpancé y a su hija de 10 meses de edad, de la misma manera, el chimpancé tomaría las costumbres humanas e incluso lograría decir algunas palabras. Esa fue la tesis. Entonces lo hicieron y lo registraron. Ocho meses después, en la conclusión del experimento, el matrimonio desistió. El plan era continuar hasta los cinco años. Al contrario de lo que ellos esperaban, que el chimpancé adoptara hábitos humanos, fue la hija la que imitó al chimpancé. Esto demuestra que el ser humano es más adaptable que los animales.

Ahora bien, no era necesario ese experimento para comprender que el ser humano tiene una capacidad mucho mayor para adaptarse que la de los demás animales. Porque el cerebro humano, la capacidad humana en general, hace que este esté al frente de los animales. Esa capacidad de adaptación es la que necesitan muchas personas cuando sus planes no resultan. En vez de adaptarse a la nueva realidad, se ponen tristes, ansiosas, se deprimen, se indignan.

No somos chimpancés, somos seres humanos. Tenemos la capacidad de hacer del limón una limonada. Sin embargo, usted necesita usar esa inteligencia. De nada sirve estar ansioso. Usted tiene que lanzar la ansiedad sobre el Padre, que lo cuida (Mateo 6:25-34). Es como dijo Salomón, la persona hace planes, pero la confirmación viene de los labios del Señor (Proverbios 16:1). Hoy en día hay tantas herramientas para planificar (calendarios, agendas, grupos de trabajos en aplicaciones), pero Dios Se ríe de los planes del ser humano. ¿Cuántas veces usted hizo planes y el desencadenar de las cosas se veía cada vez más distante?

¿Cuál es nuestra realidad de hoy? Yo quería que fuera A, pero fue Z, ¿qué puedo hacer con Z? El ser humano se adapta, aprende. Logra vivir en el Polo Norte, en el desierto del Sahara, en la Selva Amazónica. Entonces, ¡despierte esta inteligencia! Vamos hacia adelante, porque somos seres inteligentes. Medite sobre este tema viendo el siguiente video