¿QUIÉN ES USTED CUANDO GANA? ¿Y CUANDO PIERDE? HAGA LA PRUEBA
La reacción en esos dos momentos dice mucho de usted
¿Quién es usted cuando gana? ¿Y quién es usted cuando pierde? Reflexione sobre su historial de reacciones ante las pérdidas y los logros. ¿Cómo reacciona cuando tiene éxito, cuando gana algún dinero que estuvo inesperado o una disputa? ¿Quién es usted cuando las cosas no resultan como esperaba? ¿Y cuando pierde lo que invirtió, cuando algo valioso se perdió, cuando perdió el trabajo, cuando no recibió el ascenso que esperaba?
Si usted tuviera realmente la valentía de enfrentar sus reacciones sin favoritismo, sin intentar mejorar su imagen ante sus propios ojos, tendría una figura más real respecto de quién es. Un hecho conocido en la gestión empresarial es que, si desea conocer a una persona, debe empoderarla. Es un hecho. Porque hay personas que no permiten que se les «suba la fama a la cabeza». Es decir, la persona se mantiene humilde ante el éxito y, en caso de perder, es indiferente. Pero hay personas que no saben cómo lidiar con el dinero, con el poder, con la fama, con sus subordinados. Hacen cosas que no coindicen con lo que es justo. Y hay personas que, cuando pierden lo que tienen (dinero, matrimonio, posición, reputación, fama, seguidores), no reaccionan bien. Por esta razón, esta pregunta es muy pertinente para todos nosotros.
El Señor Jesús me hace recordar el final de la oración del Padre Nuestro: «Y no nos metas en tentación, mas líbranos del mal; porque Tuyo es el Reino, y el poder, y la gloria, por todos los siglos. Amén», Mateo 6:13.
Si usted recibió poder, ese poder viene de Dios. Es prestado. No es suyo. Pero muchos no lo entienden así, cuando pierden algo, se les termina la vida, porque asocian su vida al poder al dinero, a la fama. Y todo eso es pasajero.
Pablo dijo: «No lo digo porque tenga escasez, pues he aprendido a contentarme, cualquiera que sea mi situación», Filipenses 4:11. Pero las personas solo quieren conocer la parte buena. Por ejemplo, cuando una persona piensa en el Padre Nuestro, enseguida piensa: «El pan nuestro de cada día dánoslo hoy», las personas son selectivas en la elección de la Palabra, pero Dios no es selectivo. Él ejecuta todo. En otras palabras, incluso si no tengo éxito debo decir: «Gracias a Dios. Hágase Tu Voluntad y líbrame del mal». Tal vez usted se queje por haber perdido o encontrado algo (y cuidado, porque puede perderlo), pero haga la oración del Padre Nuestro pensando en cada palabra.
Reflexione sobre esto viendo el siguiente video.
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