Cuando mi hijo cambió su comportamiento, hacía de todo para desagradarme, yo no le quería dar ni un centavo, porque sabía que con el dinero haría cosas indebidas. Lo mismo sucede con Dios, que es Padre. Él quiere darles cosas buenas a sus hijos. Sin embargo, no quiere que se corrompan con esas cosas buenas, que se hagan mal a sí mismos y a otros con tales recursos. Luego, cuando Él ve que es justamente eso lo que sucederá, no hay manera de darles bienes a esas personas.

Como todo padre con respecto a su hijo, Dios quiere que usted prospere, que tenga éxito. “Pues si vosotros, siendo malos, sabéis dar buenas dádivas a vuestros hijos, ¿cuánto más vuestro Padre que está en los Cielos dará buenas cosas a los que Le pidan?” (Mateo 7:11). Y si usted quiere recibir lo que Dios tiene para darle, su empeño debe ser agradar y obedecer al Padre. Para que no le suceda esto: “Pedís, y no recibís, porque pedís mal, para gastar en vuestros deleites.” (Santiago 4:3).

Sepa cómo ponerlo en práctica al ver el video de arriba (15 minutos).