¿Por qué solo las mujeres buscan mejorar el matrimonio? (4)
Vea los posts anteriores aquí: (1), (2) y (3)
Tocando en los puntos 4 y 6 que mencionamos en el primer post de esta serie, vamos a considerar el miedo o recelo que muchos hombres tienen de ser dominados por la mujer. Desde chico, al niño le enseñan, muchas veces la propia madre, que no debe dejar que la mujer lo mande. Él es hombre, por lo tanto “no puede ser el juguete” de una mujer. Dependiendo de los círculos de amigos en los que el muchacho crece y eventualmente se convierte en un hombre, este mensaje es aún más intensificado. El resultado es que los hombres, de forma general, tienen pavor de ser débiles.
Dejando de lado el mérito de esta cuestión, vamos a enfocarnos en cómo lidiar con esta mentalidad.
La estrategia equivocada aquí, obviamente, es querer enfrentarse al marido y abiertamente querer dominarlo, darle órdenes, imponer o exigir eso o aquello. Esa actitud solo reforzará su creencia. Y los hombres así, prefieren el divorcio a curvarse delante de la mujer. Por lo tanto, Rosilda, definitivamente no funciona. Afortunadamente, hay una alternativa.
La gran verdad que muchas mujeres no saben es que ellas tienen el poder de dominar al marido sin usar ninguna fuerza. Ignoran el hecho de que el hombre fue programado para agradar a la mujer. Por naturaleza, el hombre quiere el elogio, el amor de una mujer. La aprobación de ella es muy importante para él. Pero claro, la mujer a quien él busca agradar es aquella que no se impone sobre él. Basta que observe cómo se comportan los hombres cuando una mujer está cerca. Inmediatamente el tono de voz cambia, la postura, el foco de su atención – todo el comportamiento. Eso está en el ADN del hombre.
Por lo tanto, la mejor cosa que la mujer puede hacer para conseguir lo que quiere del marido es mantenerse femenina. Su aparente debilidad y vulnerabilidad; traslucir una necesidad de protección y dirección, mezclada con un toque femenino es lo que la hace irresistible. Si ella sabe comunicar eso, logra de él todo lo que le pida. (Aclaro aquí que no estoy sugiriendo la manipulación ni el fingimiento.)
La mujer sabia “siembra” sus pedidos en el corazón de este tipo de marido para cosecharlos después. Es paciente para esperar que la semilla crezca. Y sabe regarla bien con mucho cariño y dulzura.
Sin que lo note, hará lo que ella pidió – claro, siempre creyendo que fue idea de él.
Compare:
- (Rosilda enfrenta): Bien que podías ver la Escuela del Amor para ver si aprendes alguna cosa sobre lo que es ser un buen marido. Tenemos que hacer algo por esta relación, yo estoy cansada de luchar sola.
- (Rosilda femenina): Amor, estoy pensando en hacer aquel almuerzo especial para ti este sábado. Así podemos comer juntitos viendo la Escuela del Amor, si tú quieres.
Note las tres últimas palabras mágicas de Rosilda femenina: si tú quieres. La probabilidad de que él responda “Está bien, yo quiero” – o que simplemente encienda la TV el sábado al sentarse a la mesa – es muy grande. Y obviamente va a creer que aquello partió de él. Y al contrario, la probabilidad de que la primera opción funcione es cero.
La elección es suya.
Vea también:
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- Sexo y yada,yada, yada
- ¡Sea hombre! (2)
- ¿Por qué solo las mujeres buscan mejorar el matrimonio? (3)
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