thumb do blog Renato Cardoso
thumb do blog Renato Cardoso

¿Por qué solo las mujeres buscan mejorar el matrimonio? (3)

 

Vea los posts anteriores aquí (1) y aquí (2).

Cuando el hombre está satisfecho en la relación, no ve la necesidad de mejorar. El problema es que es mucho más fácil satisfacer al hombre. A la mujer, no tanto. Por eso, cuando la mujer insatisfecha le reclama al hombre sobre la relación, él suele creer que ella está viendo un problema donde no existe. La filosofía masculina suele ser “En el equipo que está ganando, no se toca.” Y si está “ganando” lo que quiere de la relación, no ve la necesidad de cambiar.

Entonces la mujer queda en una situación difícil. Si continúa reclamando, él la ve como una molesta. Si deja de reclamar, él no ve una razón para mejorar. ¿Qué hacer?

No hay una solución mágica. Algunos hombres terminan esforzándose para mejorar DESPUÉS que la mujer deja de reclamar. Mientras ella insistía, el orgullo masculino, herido por las exigencias de la mujer, no lo dejaba actuar. Pero de tanto oír los reclamos, él registró en su mente qué es lo que la mujer quiere que mejore. Y con el silencio de ella y el debido tiempo para calmar su ego, él termina haciendo algunos cambios para agradarla. Y piensa, claro, que fue idea de él. Por eso, mujer, vale la pena esperar un tiempo después de cesar los reclamos para ver la reacción de su marido.

Pero otros hombres son más resistentes. Aún así no se sienten tocados ni mejoran. Solo se ponen felices porque la mujer dejó de reclamar. Para estos, otra estrategia puede funcionar: sáquele lo básico.

Una de las pocas maneras de llevar a un hombre acomodado a hacer alguna cosa para mejorar, es sacarle su comodidad. Lo que quiero decir con eso no es que usted pasará a tratarlo mal o a ser vengativa. Me refiero a la ley de dar y recibir. Si él no da, entonces dejará de recibir de usted – especialmente en los casos donde él la ha herido o la ha tratado sin el más mínimo respeto y consideración.

Por ejemplo, ¿por qué un marido que llega tarde a la casa después de trasnochar con los amigos, coquetea con otras mujeres y además le cuenta mentiras, debería recibir todo de usted como si nada malo estuviese sucediendo? ¿Ropa lavada, comida caliente, sexo cuando quiere? Considere: ¿y si un día cuando él vuelva tarde de noche, no la encuentra en casa porque usted, cansada de ser la payasa, volvió a la casa de su madre? ¿Y si usted no acepta volver hasta que él le muestre que cambió? ¿No más trasnochadas, no más falta de respeto, no más sexo donde solo él tiene placer?

En otras palabras, estoy hablando de hacer que él sienta y sufra las consecuencias de sus actos. Repito, usted no haría eso de forma malévola y provocativa, sino con consciencia y firmeza para mostrarle que no va a aceptar más ese tipo de trato. Muchos hombres tienden a aprender por consecuencias, no por palabras.

Si el caso de su marido no es que le esté faltando el respeto o haciendo algo equivocado, sino apenas que es conformista y solo hace lo mínimo por el matrimonio, el principio es el mismo. “Dar para recibir”debe ser su estrategia con él. Claro, usted no va a radicalizar e ir a la casa de su mamá, pues él no le está dando razones para eso, pero va a negociar con él. “Amor, yo sé que quieres jugar fútbol con tus amigos el sábado, ¿no? Entonces, me llevas al cine el viernes a la noche y el sábado a la tarde es todo tuyo.”

La mujer que aprende a hacer eso con el marido, consigue todo de él. El problema es que muchas ven eso como manipulación o piensan que no debería ser así porque “él debería hacerlo porque me ama, no porque está ganando algo a cambio.” La verdad, Rosilda, es que él la ama Y TAMBIÉN quiere recibir algo a cambio. Es la manera como el hombre funciona. Discutir o debatir eso es pérdida de tiempo. Es como reclamar que la lluvia es mojada. No va a cambiar nada. Más eficaz es aprender a pensar como él y comenzar a negociar.

Continuamos con más estrategias en el próximo post. [Regístrese en este blog y sea avisado de nuevos posts…]

 

Vea también:

 

 

¡Compártalo!