thumb do blog Renato Cardoso
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¿Por qué solo las mujeres buscan mejorar el matrimonio? (2)


Continuando con el post anterior, vimos las razones por las que muchos hombres no ven la necesidad de mejorar la relación. Entendemos también que no es eficaz que la mujer luche frontalmente con el marido y quiera cambiarlo a la fuerza. Una mejor opción es desarrollar estrategias para lidiar con cada actitud negativa o cómoda del marido.

Obviamente, antes de desarrollar la estrategia apropiada, identifique cuál de las seis situaciones mencionadas anteriormente está intentando superar. Entonces sabrá qué hacer, qué actitudes tomar. Vamos a considerar cada actitud y cuáles son las opciones que usted tiene para lidiar con ellas. Básicamente tendrá que aprender un poco a pensar como piensa el hombre. (AVISO: Algunos de los consejos pueden doler. Pero si son practicados, resuelven.) Comencemos:

1° SITUACIÓN: La mujer tiende a ser más exigente que el hombre, por eso reclama más. El hombre solo suele reclamar cuando lo básico no está siendo atendido.

Seamos honestos: salvo raras excepciones, es más fácil hacer feliz a un hombre que a una mujer. Mujeres, no se molesten conmigo, es un hecho. El hombre es más simple, se satisface con muy poco, no suele ver detalles ni problemitas. Lo que para la mujer es un problemón, para él es una sensiblería de ella. Entonces la mujer ya empieza perdiendo, porque no logra hacer que el hombre entienda que existe un problema.

¿Qué hacer?

Primeramente, reduzca sus exigencias y reclamos por cosas pequeñas. Aprenda a escoger las peleas en las que debe meterse (consejo: la mayoría no vale la pena) Cuando usted reclama mucho y exige mucho, con el tiempo su marido va desconectándose de lo que usted habla y va sacándole la atención y poniéndola en otras cosas más interesantes. Él comienza a encontrarla ingrata y molesta. Quiere decir que sus reclamos se vuelven en su contra.

Concuerdo con Andy Rooney cuando dice:

Casi nunca suceden cosas extremadamente maravillosas. Si a usted no le gusta levantarse y trabajar y terminar su trabajo y sentarse a comer algo con la familia o los amigos, entonces es probable que no sea muy feliz. Si alguien basa su felicidad o infelicidad en grandes eventos como un óptimo nuevo empleo, enormes cantidades de dinero, un matrimonio perfectamente feliz y sin problemas o un viaje a París, esa persona no estará feliz la mayor parte del tiempo. Si por otro lado la felicidad depende de un buen desayuno, unas flores en el jardín, una bebida o una siesta, entonces somos más propensos a vivir con una buena dosis de felicidad.

Note bien: No quiero decir con eso que usted debe estar satisfecha con un mal matrimonio o con una vida problemática. Usted siempre debe buscar la mejor calidad de vida posible. Pero el objetivo aquí es aprender a celebrar las pequeñas cosas, reconocer lo que ya es bueno entre ustedes, no alimentar su frustración con comparaciones idealistas y no presionar a su compañero con reclamos.

Eso generará más felicidad y menos tensiones entre ustedes. Y es en este buen clima que podrá incentivar a su marido a mejorar como usted quiere.

En el próximo post vamos a ver las opciones para las situaciones 2 y 3 del post anterior. Estas van a requerir un poquito más de coraje, Rosilda.

 

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