Hay cosas que simplemente sucederán y hay cosas que no, a no ser que usted las provoque. Muchas personas viven sus vidas de la siguiente manera: «Si es para que suceda, sucederá». Pero veamos lo que realmente sucede.

La Palabra de Dios nos muestra que hay ciertas cosas que están predeterminadas y nosotros no tenemos poder sobre ellas. La muerte, por ejemplo, no puede evitarse. Claro que usted puede acelerar este proceso, hay quienes se quitan la vida, hay quienes son descuidados con su salud y hay quienes viven peligrosamente. Otro ejemplo: esta tierra se prenderá fuego. Esto es un hecho. Tal vez usted no quiera hablar de este tema porque le tiene miedo a la muerte por no tener comunión con Dios. Pero Dios dejó todo escrito para que Sus siervos no sean sorprendidos. De esta manera, hay ciertas cosas que serán como serán.

Sin embargo, hay otras situaciones en las que usted no puede tener la actitud de «lo que tenga que ser, será», porque, de lo contrario, no alcanzará nada en la vida, ya que muchas cosas en la vida solo dependen de lo que creamos, de lo que hacemos que suceda. Si usted quiere, por ejemplo, un cambio en su condición económica no sirve de nada que se levante temprano todos los días y vaya a su trabajo donde le pagan el mismo sueldo de siempre, y esperar que eso cambie su situación económica dentro de un año, porque no está haciendo nada diferente. Usted tiene que provocar los cambios que quiere. No importa cuán pequeño sea el paso que pueda dar.

Los cambios asustan, generan miedo e inseguridad. Muchas personas prefieren la disconformidad conocida que la disconformidad desconocida. ¿Cuántas personas no saben lo mal que están? Porque ya se acostumbraron a esa situación. De esta manera, muchas personas nunca cambian de vida. Solo cuentan con la suerte, con el destino. Pero sepa que usted puede provocar lo que quiere. ¿Qué ha hecho para provocar una comunión con Dios, por ejemplo? ¿Ya habló con Él hoy? Olvídese de lo que no puede cambiar. No obstante, puede cambiar sus actitudes, decisiones y hábitos. Es mucho mejor creer que usted hace que suceda que creer que «lo que tenga que ser, será». Vea este video completo y piense al respecto.