¿POR QUÉ LE FALTA PAZ? ¿CÓMO ALCANZARLA?
El propio Dios dijo que los malvados no tienen paz, (lea Isaías 48:22). ¿Quiénes son los malvados? Los que son indiferentes a Dios, a los que no Le importan Dios. Los que dicen: «Ay de mí si no me ayudo, ¡quiero ver si Dios me ayudará!» o «¿Qué hará Dios por mí?». No cuentan mucho con Dios, tienen el pensamiento de que Él está muy distante. Hacen las cosas a la manera que creen, aunque lo que hagan perjudique a otras personas. Para ellos, la vida es una lucha por la supervivencia, no se preocupan por su relación con Dios ni por Sus principios.
Es un hecho que los malvados no tienen paz. Tener dinero, éxito, fama y belleza no resuelve necesariamente la vida de alguien. La paz es fruto de otra cosa. Dios dijo: «¡Oh, si hubieras atendido a Mis mandamientos!…», Isaías 48:18. Es como la madre o el padre que se lamenta por el hijo al que le va mal en la vida. El padre dice: «No te involucres con esa persona. No vayas a ese lugar. No hagas esas cosas», y el hijo va y lo hace.
Entonces, si usted busca tener paz, piense al respecto. La persona que busca tener paz siente que nada es suficiente, sabe que su interior no está bien. No lo digo para señalarle con el dedo, sino para mostrarle la causa del porqué está así, con el fin de darle el entendimiento para que busque la solución. Usted no tiene paz porque ignora los mandamientos de Dios.
Si realmente quiere encontrar la paz, ¿qué tiene que hacer? Tiene que dejar la manera en la que ha vivido, que no ha funcionado y decir: «Dios mío, quiero escucharte a partir de hoy. Quiero ser para ti como un buen hijo. Yo sé que, muchas veces, eso me va a contrariar, sé que voy a tener que dejar de hacer ciertas cosas y comenzar a hacer otras para agradarte, ¡pero no quiero más ser ese hijo rebelde, que es indiferente!».
Aún tendrá problemas en su vida, pero, si su decisión es sincera, habrá paz en su interior, sabrá que Dios estará a su lado, protegiéndolo y orientándolo. Sin embargo, deberá seguir Sus orientaciones. Piense: las orientaciones de Dios no son pesadas. Por ejemplo, ya siguió orientaciones de otras personas, de Internet, ¿qué le cuesta seguir las orientaciones de Dios? Solo debe darle oídos.
Haga la prueba, pero no la haga solo por un día. En lugar de debatir con Él, obedézcalo. Si lo hace, tendrá como resultado una paz fluyendo como un río en su interior. Esto está disponible para usted. Vea el video y reflexione.
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