thumb do blog Renato Cardoso
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¿POR QUÉ JUDAS FUE ELEGIDO PARA TRAICIONAR A JESÚS?

La profecía ya decía que alguien Lo traicionaría, pero ¿quién tenía el perfil para eso? Mira el video y entiende

¿Por qué Judas Iscariote fue elegido el hijo de la perdición? Entre tantos hombres en Israel, ¿por qué él se convirtió en el traidor de Jesús? La profecía ya anunciaba que alguien levantaría su “calcañar” contra el Mesías y Lo traicionaría (Salmos 41:9) — pero alguien tenía que encajar en esa condición. La “carapuça” le quedó a Judas.

En la noche de la Santa Cena, Jesús afirmó que uno de los discípulos Lo traicionaría (Mateo 26:21-25). Judas preguntó: “¿Acaso soy yo, Rabí?” Y Él le dijo: “Tú lo has dicho”. Poco después, Judas salió y buscó a los principales sacerdotes, que deseaban encontrar una manera de apresar a Jesús. No fue a interrogarlos ni a defender al Maestro. Al contrario: se ofreció para entregarlo.

Entonces uno de los doce, llamado Judas Iscariote, fue a ver a los principales sacerdotes y les dijo: “¿Qué estáis dispuestos a darme para que yo os lo entregue? Y ellos le pesaron treinta piezas de plata. Y desde entonces buscaba una oportunidad para entregarle”. (Mateo 26:14-16)

Así, Judas vendió a Jesús por treinta monedas de plata. Desde aquel instante, comenzó a buscar la ocasión propicia para consumar la traición.

El perfil de Judas Iscariote

El Evangelio revela el carácter de Judas. Era codicioso, calculador y siempre buscaba sacar provecho personal. Incluso antes de vender a Jesús, Judas ya demostraba su amor por el dinero. El Evangelio de Juan relata que robaba del bolso de las ofrendas, del cual era responsable.

Las personas depositaban sus ofrendas para sostener a Jesús y a los discípulos, pero Judas se apropiaba de parte de ellas (Juan 12:4-6). Cuando María derramó un perfume carísimo a los pies de Jesús, él criticó: “¡Qué desperdicio! Ese perfume podría haberse vendido para ayudar a los pobres”.

Pero su supuesta piedad era falsa. A Judas no le importaban los pobres: lamentaba no haberse quedado con el valor del perfume.

El espíritu de Judas hoy

Ese espíritu de Judas aún actúa en el mundo. Se manifiesta en las críticas hacia quienes hacen algo para Dios. Cuando alguien usa sus propios recursos para construir un templo, hacer una ofrenda o realizar una obra de fe, pronto surge quien diga: “¡Qué desperdicio! Ese dinero podría haberse destinado a los pobres”.

Sin embargo, esas mismas personas no mueven un dedo para ayudar a nadie. Solo saben criticar. Así como Judas, señalan con el dedo sucio a quienes demuestran una fe y devoción sinceras.

Un hombre de trueques

Judas no era un hombre de fe, sino de intercambios. Siempre preguntaba: “¿Qué ganaré con esto?”

Así viven muchos hoy en día: esperando que alguien — el gobierno, el jefe, la iglesia o la familia — les dé algo. Esas personas confían en el dinero, el dios de este mundo, porque no conocen al Dios verdadero, el dueño del oro y de la plata.

Quien tiene vida con Dios confía en la fuente de la riqueza, no en la riqueza en sí. En cambio, quien vive lejos de Dios confía solo en el oro y la plata.

Dos espíritus en conflicto

En el mundo existen dos tipos de personas:

Las que quieren dar y las que solo quieren recibir.

La pregunta es: ¿sigues el ejemplo de Jesús o el de Judas?

Mira el mensaje completo en el siguiente video y, si te ayudó, compártelo para ayudar a más personas.

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Colaborador

Obispo Renato Cardoso