PIENSA EN ESTO DE DÍA Y DE NOCHE (Salmo 1)
Todo pensamiento nace de palabras que ocupan nuestra mente. Por eso, es fundamental mantener los pensamientos de Dios presentes en nuestra mente, de día y de noche
El primer Salmo trae una riqueza espiritual impresionante. Presenta tres tríos que revelan cómo el ser humano elige el rumbo de su propia vida.
- Consejo, camino y rueda
- Impíos, pecadores y escarnecedores
- Andar, detenerse y sentarse
Estos tres tríos muestran una progresión — o un estancamiento. Primero la persona escucha un mal consejo, después anda en el camino equivocado y, finalmente, se sienta entre los que se burlan de la fe. Pero el versículo siguiente trae el secreto de la verdadera felicidad:
“… sino que en la ley del Señor está su deleite, y en Su ley medita de día y de noche!” (Salmos 1:2)
Tener placer en la Palabra
El salmista muestra que la persona verdaderamente feliz no busca placer en las tendencias del mundo, sino en la Palabra de Dios. Meditar en la Palabra de día y de noche no significa aislarse en un monasterio, lejos de la realidad. Significa vivir con la mente dirigida hacia Dios, buscando en Él la guía para cada decisión, cada actitud y cada pensamiento.
Cuando pongo a Dios en primer lugar en mi mente, Él se convierte en mi punto de referencia. Todo lo que pienso, planeo y realizo pasa antes por Su Palabra. Así es como conduzco mi vida — y puedo asegurar: eso lo cambia todo.
Todos meditan en algo
Mucha gente piensa que meditar en la Palabra es difícil, pero no lo es. Todos nosotros meditamos en alguna palabra todo el tiempo. Los pensamientos están formados por palabras — las que escuchamos, leemos o guardamos en la memoria. Si no son las Palabras de Dios, serán las de alguien: un amigo, una noticia, un recuerdo o una preocupación.
Por eso, la cuestión no es “meditar o no meditar”, sino en qué palabra eliges meditar.
Ya que vas a pensar todo el tiempo, ¿por qué no pensar en lo que proviene del propio Creador?
Conocer la mente de Dios
Albert Einstein, uno de los mayores científicos de la historia, dijo una vez que lo que más le gustaría conocer era “la mente de Dios”. Esa es la búsqueda más inteligente que alguien puede tener — entender lo que Dios piensa.
El profeta Isaías registró lo que el propio Señor dijo: “Porque Mis pensamientos no son vuestros pensamientos, ni vuestros caminos Mis caminos…”
Dios piensa de manera más elevada, más sabia, y más justa. Por eso, cuando buscas Su consejo, estás yendo directamente a la fuente de toda sabiduría y de todo conocimiento.
Comienza el día con Dios
Aprendí a comenzar todos mis días así: hablando con Dios. Antes de mirar el celular, antes de ver noticias o responder mensajes, abro la Biblia y digo: “Señor, háblame hoy.” Esa práctica sencilla me ha sostenido. Es mi fuerza, mi refugio, mi brújula.
Tú puedes hacer lo mismo. La Palabra está disponible para todos — sea en el libro físico o en el celular. Comienza el día agradeciendo, pidiendo dirección y abriendo el corazón para escuchar lo que Dios quiere decirte.
La palabra que no vuelve vacía
Dios prometió: “… así será Mi Palabra que sale de Mi boca, no volverá a Mí vacía, sin haber realizado lo que deseo, y logrado el propósito para el cual la envié”.
La Palabra de Dios siempre cumple Su propósito — pero es necesario que encuentre un corazón abierto. Quien medita en la Palabra de día y de noche se convierte en un árbol plantado junto a las aguas, firme, fructífero y feliz. Esa es la promesa para quien elige el camino correcto — el camino de la fe y la obediencia.
Mira el video hasta el final y pon en práctica lo aprendido para obtener mejores resultados en tu vida.
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