La verdad es como una galleta de agua, esa galleta seca, sin gusto, medio blanquecida, que tiene que beber agua para que baje.

Es difícil de tragar a veces. Este es el problema de la verdad. Porque la verdad, al ser seca, difícil, simple, sin adornos, muchas personas no quieren escucharla, no les atrae.

Ahora, considere la mentira. A la mentira la podemos comparar con un pan de miel de chocolate, fresco, con miel por dentro y con chocolate derretido por fuera, que cuando lo pone en su boca es suave, quiere comer hasta llenarse.

Así es la mentira: atrayente, excitante, sabrosa. Agudiza el apetito a través de informaciones, por más que sean mentirosas. Diría que Lucifer sería un excelente repostero, porque sabe embellecer, adornar, poner todos los ingredientes agradables al paladar humano, para que una mentira sea rápidamente abrazada y divulgada por el mundo, con la velocidad de un rayo.

Sí, Lucifer, el padre de la mentira, sabe cómo funciona el ser humano, le gusta la mentira. Por eso, hoy, el gran problema en el mundo de la información se llama noticias falsas.

Nadie sabe qué hacer con las noticias falsas. Los gobiernos no saben qué hacer con respecto a las noticias falsas, y nunca sabrán de hecho controlarlas. Porque la mentira es un espíritu que se origina en su padre, satanás. La mentira viaja entre las personas, traspasa paredes, no respeta las leyes, se pasa de una persona a la otra con mucha rapidez y habita en sus cabezas por más tiempo que la verdad.

¿Qué necesita saber y hacer al respecto?

En primer lugar, tiene que saber que, en el mundo, hay más mentiras que verdades, lo digo en términos de disponibilidad de informaciones. Las personas mienten para vender su idea, para perjudicar, para engañar, para sacarle ventaja a alguien. La mentira es el arma preferida de muchas personas. Se la ve en las propagandas, en las publicidades. Porque, a pesar de que las personas sepan que la mayoría de las veces la publicidad no coincide con la realidad, van y compran, porque son inducidas por el mensaje publicitario.

Por eso, Jesús dijo: «… Yo soy el camino, y la verdad, y la vida», Él es la verdad.

Las personas religiosas, cuando escuchan hablar de Jesús, dicen: «Amén», pero las que son solo simpatizantes, dicen: «¡Qué bueno!», estos son los peores. Porque el simpatizante tiene la falsa sensación de que es cristiano, de que está con Jesús. Es decir, ser simpatizante lo llevará al engaño. Es una mentira más que el mal les predica a las personas. Por lo menos el ateo es más sincero y hay más esperanza de que conozca a Jesús.

El mundo está lleno de mentiras. La verdad, como acabo de decirles, dolió ¿no es así? Así es la galleta de agua, pero, si usted quiere algo más agradable, hay muchas opciones por ahí, hay muchas cosas que puede escuchar, muchas cosas que le harán una caricia en el lóbulo de su oreja. Es así como al diablo le gusta hacer. La verdad es una cachetada, pero el diablo hace una caricia en el lóbulo de la oreja. Usted es el que elige lo que quiere.

¿Quiere el pan de miel o la galleta de agua? ¿Quiere la caricia en la oreja o la cachetada de la verdad? Usted es el que decide.