El Señor Jesús nos enseñó muchas cosas sobre la oración. Una de esas lecciones puede encontrarla donde Jesús dijo así: «Y orando, no uséis vanas repeticiones, como los gentiles, que piensan que por su palabrería serán oídos», Mateo 6:7.

¿Qué son «vanas repeticiones»? Son las famosas letanías. Cualquier oración dirigida a Dios, incluso el padrenuestro, que es dirigida a Dios como una fórmula mágica, como una repetición en vano delante de Dios.

Dios no quiere que las personas traten la oración como algo mecánico. Las repeticiones de palabras solo irritan a Dios, así como una persona nos irrita cuando repite algo sin sentido. En el libro de Malaquías, vemos que Dios ordenó que los sacerdotes dejaran de hacer eso, porque todo se había vuelto «vanas repeticiones».

La oración debe ser sincera, verdadera; debe ser una conversación franca. Una expresión sincera de lo que está dentro de la persona, de lo que piensa, de lo que siente, de lo que está viviendo en ese momento, y el pedido según su condición delante de Dios.

Sin embargo, existen las repeticiones útiles, como el hábito de hablar con Dios todos los días por la mañana, el hábito de agradecerle al recostar la cabeza en la almohada. Lo que es bueno se debe repetir: hacer el bien, ir a la casa de Dios, leer la Biblia, alejarse del pecado, entre otras cosas.

Escuche el mensaje completo en el siguiente video.