NUNCA DIGAS “NO HAY SOLUCIÓN”
Si has recibido palabras de derrota, un diagnóstico malo, o si la depresión se apoderó de tu alma, debes saber que puedes rechazar eso
Si has recibido palabras de derrota, un diagnóstico malo o sientes que la depresión domina tu alma, debes saber: puedes rechazar eso. Porque la fe muestra que existe una solución, incluso cuando todo parece perdido.
La historia de la mujer con hemorragia
En Lucas 8:43, conocemos a una mujer que sufría una hemorragia desde hacía 12 años. Había gastado todo en médicos, pero seguía enferma. Además del dolor físico, enfrentaba exclusión social y religiosa, y era considerada “impura”.
Cuando escuchó hablar de Jesús, entendió que no podía acercarse abiertamente, porque la ley prohibía que un rabino tocara a alguien “impuro”. Aun así, ella arriesgó todo.
El toque de fe que cambió todo
La mujer se abrió paso entre la multitud y tocó el borde del manto de Jesús. En el mismo instante, la hemorragia cesó. Entonces Jesús se dio cuenta y preguntó: “¿Quién me tocó?”
No fue un toque común, sino un toque de fe, capaz de extraer poder de Él.
De la misma manera, cuando oras y crees, tu fe se conecta con el poder de Dios y cambia tu situación.
Rechaza la frase “sin solución”
Esa mujer escuchó durante 12 años que no había cura. Pero cuando encontró a Jesús, decidió dentro de sí: “Con tan solo tocar, seré sanada”.
Tú también necesitas rechazar el “no hay solución”.
La depresión tiene cura. La enfermedad tiene cura. La deuda tiene salida. Dios es el Médico de los médicos.
La solución comienza cuando crees.
Las palabras de Jesús para quien sufre
Jesús le dijo a la mujer:
- “Ten ánimo”.
Él le devolvió fuerzas a quien estaba emocionalmente agotada. Y Él te dice esto hoy: ten ánimo para trabajar, ordenar tu casa, retomar tu vida. Dios te da esa fuerza ahora.
- “Hija”.
Él afirmó que ella no estaba sola. Tú también tienes un Padre que te ve, te acoge y te acompaña, incluso cuando todos te abandonan.
- “Tu fe te salvó.”
Fue la fe de aquella mujer la que rompió barreras, superó el miedo y atravesó protocolos. Por lo tanto, tu fe también te saca de la parálisis y te lleva directamente a Jesús.
- “Vete en paz.”
Jesús le dio una vida nueva: física, emocional y espiritual.
La fe que transforma situaciones imposibles
La fe te mueve cuando dicen que no puedes, que no lo lograrás o que no lo mereces. Te hace dejar el miedo, enfrentar lo imposible e ir hacia Jesús.
Estés donde estés, en el trabajo, en tu casa o en cualquier situación, camina con Dios, piensa en Dios, busca la dirección de Dios.
Así como hubo cura para aquella mujer, también hay cura y solución para ti.
Mira el mensaje hasta el final y aprende cómo defenderte de los problemas y vencerlos.
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