«Así ha dicho el Señor, Redentor tuyo, el Santo de Israel: Yo soy el Señor Dios tuyo, que te enseña provechosamente, que te encamina por el camino que debes seguir», Isaías 48:7. Llama la atención cuando Dios destaca que lo que Él enseñó es útil. Es decir, hay mucho conocimiento que no suma nada en su vida. Y hoy es muy fácil, en la era del Internet, aprender lo que es inútil.

No es que usted diga: «Me gusta esto o lo otro». No todo lo que nos gusta es bueno. Hay cosas que le gustan que le perjudican, son inútiles, le quitan tiempo, le roban oportunidades que no vuelven más. Pero debe aprender a emplear sus recursos en lo que realmente sumará en su vida.

Desde que busqué poner en práctica la enseñanza útil de la Palabra de Dios, esto me ha formado, ha hecho de mí una mejor persona, soy lapidado día tras día. Nosotros somos una obra en construcción. ¿Cómo trabaja Dios con nosotros? A través de Su Palabra.

El problema es que muchas personas se prepararon para hacer un maratón durante horas de su serie favorita, de videos musicales, pero no tienen un minuto para dedicarle a lo que será útil en su vida. La culpa no es de Dios. ¿Le gustaría tener al propio Dios como profesor? ¡Él está disponible! Pero él no lo tomará por el cuello y lo arrastrará, usted es el que tiene que buscarlo.

¿Qué hará? Es su decisión. La inteligencia que Dios le dio ya le dice lo que es o no correcto hacer. Reflexione sobre el mensaje de este video.