thumb do blog Renato Cardoso
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ME DA RISA CUANDO VEO ESTO…

Seguramente usted ya se ha sorprendido con la capacidad que tiene el ser humano para engañar, para inventar maneras de evitar la ley de este mundo. Los noticieros siempre nos muestran nuevas estafas. Recientemente, especialistas dijeron: «Aún no pudimos descubrir la composición química de esta nueva droga que inventaron». En otras palabras, profesionales que trabajan para el bien, no han descubierto cómo se hizo una droga para burlar aeropuertos y controles. Y todos los días hay una nueva manera de estafar.

Sin embargo, por la sangre humana, corre una rebeldía natural contra lo que es correcto. A usted le puede gustar lo que es correcto, creer que se debe hacer lo correcto. Pero hay un momento en el que usted hará lo incorrecto incluso sabiendo que es incorrecto. ¿Sabe cuándo será ese momento? Cuando sea para salvar su piel. «Respondiendo satanás, dijo a Dios: Piel por piel, todo lo que el hombre tiene dará por su vida», Job 2:4.

El diablo sabe que el ser humano, en el fondo, es egoísta, que no piensa en el prójimo, que piensa solo en él mismo. El instinto de supervivencia hablará más fuerte. Si necesita hacer algo incorrecto, lo hace para sobrevivir. Entonces, nosotros no somos mejores que los que vemos en las noticias. Solo cambia el grado de maldad. El mal está en el ser humano.

Hablando de los que creen en Dios, ¿cuántas veces usted o alguien a quien conoce usó un versículo bíblico para justificar un comportamiento que no quería cambiar? Para seguir en el pecado, las personas toman un texto fuera de contexto. Jesús Se enfrentó a los religiosos justamente por eso.

Entonces, ¿cuál es la solución para eso? «Respondió Jesús y le dijo: De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de nuevo, no puede ver el reino de Dios», Juan 3:3. En otras palabras, la solución es morir para la naturaleza humana y nacer con la naturaleza Divina. Esta naturaleza Divina nos habilitará a hacer lo correcto, aunque eso nos perjudique, como el Señor Jesús que fue a la cruz. Jesús puso el interés de Dios y el de todos nosotros por encima del Suyo.

Cuando vamos a la cruz, por decir así, morimos para nuestro «yo» y renacemos para Dios. Entonces, solo así somos capaces de volvernos cristianos de verdad. El cristiano siempre será un ciudadano ejemplar, porque él no hace eso para la sociedad, sino para Dios.
«Porque si vivís conforme a la carne, moriréis; mas si por el Espíritu hacéis morir las obras de la carne, viviréis.» Romanos 8:13. Si usted quiere vivir a su manera, su fin será la muerte eterna. Pero, por el Espíritu Santo, morimos para nosotros mismos.

Reflexione sobre este mensaje con el siguiente video.