Vivimos rodeados de malas noticias que alimentan la ansiedad y nos quitan la paz interior. La información negativa entra por los oídos, afecta la mente, se mezcla con los sentimientos y genera miedo, duda y preocupación.

Pero ¿por qué los animales no sufren de ansiedad como nosotros? Porque no absorben las palabras. Nosotros sí — y las palabras tienen espíritu: de vida o de muerte. Jesús dijo: «Mis palabras son espíritu y vida». En otras palabras, lo que escucha moldea lo que siente y piensa.

La materia prima de la mente es la información

Su mente es como una cocina: incluso con talento, si los ingredientes son malos, la comida será mala. Por lo tanto, si alimenta su mente con recuerdos negativos, canciones tristes o malas noticias, el resultado es inevitable: malos pensamientos, miedo, angustia.

Por eso, muchas personas dicen que no pueden olvidar a alguien ni superar un trauma, pero siguen escuchando música que les recuerda el pasado, guardan objetos de su ex, visitan perfiles antiguos… Alimentan el dolor con información del pasado.

Ejemplo real: La alianza que retenía el pasado

Una mujer contó que usó la alianza de su difunto esposo durante seis años. Cada vez que miraba su mano, revivía el dolor. Solo cuando decidió participar en la Terapia del Amor y empezar de nuevo, su vida cambió.

Esto demuestra cómo el cambio comienza modificando la materia prima que entra en la mente. Y el Ayuno de Daniel es una poderosa oportunidad para hacerlo.

Use el Ayuno de Daniel para filtrar lo que escucha

Durante 21 días, desconéctese de las voces de este mundo y concéntrese en escuchar la voz de Dios. Cambie las redes sociales y las noticias por contenido que edifique — lea la Biblia, visite el blog del Obispo Macedo, escuche mensajes de fe.

Al principio, como con una reeducación alimentaria, su «cuerpo espiritual» extrañará las viejas distracciones. Pero, con el tiempo, notarás ligereza, claridad y paz. Es una desintoxicación del alma.

Cómo mantener la paz

Cuando el Obispo Adilson estaba en coma, los médicos se sorprendieron por la calma de su esposa. Pensaron que estaba en shock. Pero no era así: era la paz interior de alguien que confía en Dios. Ella oraba, entregaba todo al Señor y no permitía que las palabras de los médicos persistieran en su mente.

Usted decide con qué alimentar su mente

El mundo se está volviendo más ruidoso. Pero cuanto más ruido hay afuera, más silencio necesitamos para escuchar la voz de Dios. Pregúntese: ¿lo que consumo es necesario o es solo curiosidad? Si es una adicción, elimínelo. Alimente su alma con contenido que genere fe.

El Ayuno de Daniel no es una imposición, sino una invitación para su propio bien. Si aún no tiene al Espíritu Santo, puede recibirlo durante este período. Si ya Lo tiene, Él le hablará con más claridad. La decisión es suya.

Vea el mensaje completo en el siguiente video.