Cuando Jesús entró a Capernaum, ciudad de Israel, había un centurión, un soldado romano, responsable de otros 100 soldados. Él era una persona importante en elejército romano y no era judío. Tenía un siervo muy querido que estaba enfermo. Cuando escuchó hablar de Jesús, el centurión pidió a los ancianos de los judíos que Lo llamaran para que curara a su siervo.

Roma estaba encargada de Israel, que era una colonia del Imperio Romano. Los soldados estaban allí para vigilar, cobrarles las tasas y los impuestos a los judíos, pero el centurión amaba a la nación de Israel. “Y Jesús fue con ellos. Pero cuando ya no estaban lejos de la casa, el centurión envió a Él unos amigos, diciéndole: Señor, no Te molestes, pues no soy digno de que entres bajo mi techo; por lo que ni aun me tuve por digno de venir a Ti; pero dí la Palabra, y mi siervo será sano. Porque también yo soy hombre puesto bajo autoridad, y tengo soldados bajo mis órdenes; y digo a éste: Ve, y va; y al otro: Ven, y viene; y a mi siervo: Haz esto, y lo hace.” (Lucas 7:6-8).

El centurión conocía el poder de la autoridad, por eso estaba poniéndose debajo de la autoridad del Señor Jesús. Él Le dijo: “Yo no necesito que vengas a mi casa. Solo necesito que des la orden”. ¡Observe la fe del centurión! Eso es lo que llamamos fe inteligente. No hubo oración y ningún ritual religioso. Solo hubo una manifestación de la fe. “Al oír esto, Jesús se maravilló de él, y volviéndose, dijo a la gente que Le seguía: Os digo que ni aun en Israel he hallado tanta fe.” (Lucas 7:9). El centurión era un hombre bueno, eso Le llamó la atención a Dios y lo destacó delante de otros centuriones, pero fue su fe la que hizo que su siervo se curara. ¿Qué significa esto en los días de hoy? Es importante tener actitudes correctas, incluso cuando todos hacen las cosas mal. Eso tiene valor delante de Dios, pero no se olvide de que usted necesita accionar su fe. No base su fe en la religiosidad. El centurión demostró temor hacia la Palabra del Señor Jesús. Él se volvió siervo e hizo que Jesús fuera su Señor y su Comandante. ¿Usted ha hecho esto o Dios le ha hablado y usted no Le ha dado importancia?