En el libro de Eclesiastés, el rey Salomón hizo una observación extremadamente sabia: «¿Qué es lo que fue? Lo mismo que será. ¿Qué es lo que ha sido hecho? Lo mismo que se hará; y nada hay nuevo debajo del sol. ¿Hay algo de que se puede decir: he aquí esto es nuevo? Ya fue en los siglos que nos han precedido», Eclesiastés 1:9-10.

En otras palabras, todo lo que sucede hoy ya sucedió en el pasado. La historia se repite. Aquí Salomón se refiere a que el ser humano que es muy inteligente en el ámbito de la ciencia, pero, en lo que a la vida respecta, parece ciego y sordo, ignorante, por no haber aprendido de los errores del pasado.

Esto lo puede observar fácilmente en la vida de los hijos con respecto a sus padres. Usted que es madre o padre, cometió errores cuando era joven. Hoy sabe que eso fue un desperdicio, que fueron equivocaciones. Si tuviera la oportunidad de volver, no lo haría. Usted le pasa ese conocimiento a su hijo, quien alrededor de los 18 años dice: «Quiero cometer mis propios errores». Usted quiere mostrarle un camino mejor, pero su hijo no quiere escucharlo. Y una de las razones por las que Dios Se propuso dejar esto escrito fue para que nadie pudiera decir: «Yo no lo sabía». El Antiguo Testamento está repleto de historias que se repiten hoy en día.

Los que están viendo la serie Reyes pueden notar que todo lo que le sucede a David también se repite hoy en día. Ve la historia del hijo de David, Absalón. ¿Qué es lo que quiere hacer? Él creció en rebeldía contra su padre: «Mi padre no fue un buen padre. Entonces tomaré el trono para mí». Y murió por su vanidad: «Con los cabellos enredados en una encina». Esa historia se repite en los días de hoy. Absalón simboliza al ser humano que se rebela contra Dios. «La vida es mía, no seguiré a Dios», el ser humano se sienta en el trono de Dios y lo toma para sí mismo. Pero es algo inconsciente, la persona no sabe lo que hace, sin embargo, repite la historia.

Entonces, si usted quiere tener sabiduría en su vida, ¿qué debe hacer? Debe observar los errores de los antiguos, los suyos y los de los demás. Preste atención y no repita la historia comprobada de lo que no funciona. ¿Por qué repetiría un error? En lugar de eso, repita lo que sí resultó. En la Biblia también hay historias de buenos resultados. Aprenda de los errores y aciertos que están registrados. De esta manera, usted será sabio en todo lo que haga. Y no necesitará repetir los errores de los demás para saber que eso no funciona.

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