Las emociones son engañosas, ni siempre lo que sentimos es real. Como una ilusión óptica en que la persona ve una cosa y piensa que es otra.

Observe lo que dice el Sagrado Texto:

«Y no es de extrañar, pues aun satanás se disfraza como ángel de luz.» 2 Corintios 11:14

De esta manera, entendemos que no debemos dejarnos llevar por las apariencias. Después de todo, incluso satanás sabe cómo impresionar con la visión, las palabras y las emociones. Al saber de qué manera las sensaciones engañan al ser humano, el ángel de las tinieblas trabaja para engañar a las personas, aparentando algo que no es.

Empezó en el Jardín del Edén, cuando engañó a la mujer con sus palabras. Después de miles de años, su trabajo sigue siendo el mismo y, aun así, el ser humano no aprende.

¿Cómo dejar de caer en esa trampa? Escuche el mensaje para aprender de una vez por todas.