Ninguna relación es estática, porque ustedes no son estatuas ni marido o esposa reborn. Ustedes son personas, sensibles a los cambios, evolucionan, envejecen, viven experiencias.

Por eso, la relación está sujeta a evolucionar y, si no se cuida, también puede retroceder. Por lo tanto, es importante que sepas que el amor tiene etapas, para que no confundas lo que está sucediendo. A veces piensas que el amor se acabó, que ya no funciona más, que el amor se enfrió, pero, en realidad, solo están en otra etapa de la relación.

Primera etapa: el encanto

La primera etapa del amor es el encanto. Y cualquiera que se haya enamorado, que haya empezado una relación, sabe lo que es esta etapa.
Sientes una conexión con la otra persona, empiezan una relación, conversan, sienten ese frío en el estómago, esa sensación tan agradable.

Pero, normalmente, no te fijas mucho en los errores o problemas del otro. Porque estás, digamos, «embriagado» por el encanto y solo ves lo bueno. Quieres conquistar, haces todo lo posible por agradar a la otra persona, por hacerla feliz, por hacer que los momentos juntos sean agradables.

Es algo muy bueno, muy lindo, divertido, emocionante — pero también tiene sus riesgos. Y, justamente por ser tan bueno, uno tiende a pasar por alto detalles que, más adelante, pueden convertirse en problemas.

Abre los ojos:

Solemos decir que el divorcio comienza en el noviazgo. ¿Por qué?
Porque, debido a esta primera etapa, la persona ignora cosas que no debería ignorar, cosas importantes. Todo por causa del encanto. Al final, no quieres arruinar esa sensación tan buena — así que te vuelves ciego.

Dicen que el amor es ciego

En realidad, el amor burro es ciego. Pero el amor inteligente no lo es. El amor inteligente ve muy bien — incluso usa binoculares y microscopio.
Se sienten bien, hay atracción, pero, si están pensando en construir una vida en común, necesitan conocerse en profundidad: lo bueno y lo malo del otro.

Hay que pensar en el mañana, porque esta etapa del encanto no dura para siempre — y es imposible que eso suceda.

Después de todo, ambos, como cualquier persona, tienen diferencias, manías, defectos. Y, en esta etapa, normalmente, uno no muestra eso. No quieres discutir, no quieres perder a la persona y no eres completamente transparente.

Pero nadie puede ocultar quién es para siempre. En algún momento, vas a mostrar quién eres realmente — y también lo que no te gusta de la otra persona.

El amor inteligente usa la razón:

Antes de entregarte, debes usar la razón: pensar si esa relación te conviene, si tiene futuro, si esa persona es compatible contigo, si comparten los mismos principios y la misma fe, cómo reacciona ante los problemas… Hay que evaluar todo eso.

Antes del compromiso y del matrimonio, en algún momento tendrán que hablar con sinceridad. Hacerse ciertas preguntas y tocar temas que, aunque incómodos, son fundamentales.

El encanto es normal, es natural — pero no desconectes tu razón.