thumb do blog Renato Cardoso
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LA RUEDA, EL CAMINO Y EL CONSEJO

El primer salmo de la Biblia, inmediatamente en el primer versículo, revela profundas lecciones sobre tres palabras: rueda, camino y consejo

La fe enseña que en la vida nada sucede por casualidad. Cada elección, por más pequeña que parezca, define el rumbo que tomarás. Y el Salmo 1 lo muestra con mucha claridad: “¡Cuán bienaventurado es el hombre que no anda en el consejo de los impíos, ni se detiene en el camino de los pecadores, ni se sienta en la rueda de los escarnecedores.”

Estas tres palabras — consejo, camino y rueda — revelan etapas de influencia que pueden acercarte a Dios o alejarte por completo de Él.

El consejo que engaña

Todo comienza con un consejo. Hoy en día, todo el mundo tiene una opinión, un video, un “consejo” que dar. Pero la pregunta es: ¿a quién has estado escuchando?

Las redes sociales están llenas de personas que hablan bonito, pero cuyos consejos no provienen de Dios — sino del mundo, del interés y del ego. La persona que no tiene su fe firme, que no busca dirección en la Palabra, fácilmente cae en ese engaño. Por eso te digo: ten cuidado con lo que consumes y a quién sigues. Cada consejo es una semilla — y siempre producirá un fruto, bueno o malo.

El camino que aprisiona

Después de aceptar el consejo equivocado, la persona comienza a andar por el camino equivocado. Es el segundo paso. El camino representa las actitudes, los lugares y los hábitos que adoptas.

Muchos piensan que “tienen el control”, pero en realidad ya han comenzado a recorrer un camino que los aleja de Dios — ya sea en sitios web, conversaciones o ambientes espiritualmente peligrosos. El celular, por ejemplo, puede llevar a alguien a lugares donde su cuerpo nunca ha estado, pero donde su corazón ya se perdió.

La rueda que destruye

Y, finalmente, viene la rueda. Cuando alguien se sienta junto a los escarnecedores, significa que ya se ha convertido en parte de ese grupo, de ese pensamiento, de ese comportamiento. La persona ya no solo escucha o anda con los impíos — ya se identifica con ellos. Es ahí cuando el peligro se concreta. Porque lo que comienza con una simple influencia termina en una destrucción total de la vida espiritual.

Elige bien a quién escuchas

Por eso, siempre repito: depende de ti.

Tú eliges a quién escuchar, con quién andar y de quién rodearte. La vida que tienes hoy es el resultado directo de esas elecciones. Entonces, antes de culpar a Dios por algo que salió mal, detente y piensa: ¿qué consejos he estado siguiendo? ¿Qué caminos he recorrido? ¿Qué ruedas he compartido?

La felicidad, la bendición y la dirección provienen de una sola fuente — andar con Dios y seguir Su Palabra.

Mira el video y compártelo para ayudar a más personas.

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Colaborador

Obispo Renato Cardoso