thumb do blog Renato Cardoso
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LA HERENCIA QUE EMPOBRECE

Usted tiene dos opciones en la vida: enterrar su pasado o su futuro. Dios le da la oportunidad de romper el vínculo con su pasado y hacer todo nuevo. ¡La decisión es suya!

La Palabra de Dios dice que necesitamos ser «… rescatados de vuestra vana manera de vivir, la cual recibisteis de vuestros padres…», 1 Pedro 1:18. Preste atención: todos nosotros, nos guste o no, heredamos de nuestros padres una manera de vivir, de ser y de actuar; y aquí no solo incluyo a los padres biológicos. Hay personas que no fueron criadas por sus padres biológicos, pero eso no cambia el hecho de que existe un ADN que nos une a nuestros padres. Esa forma de vivir nos vuelve esclavos. Esto muestra que estamos en peligro, porque solo se rescata a quien es rehén. Naturalmente, la Palabra trata de padres que no conocieron a Dios y que, por lo tanto, también eran esclavos de sus padres. Así vive la humanidad, heredando los errores de los padres.

Alguien comentó un video en el que hablé sobre cómo los padres a veces dejan malas herencias y sus hijos simplemente les dan continuidad; es como si estuvieran pagando por los errores y los pecados de sus padres. A veces las personas no entienden por qué sucede esto. En el comentario del video, la persona dijo que está pasando por una situación así.

Le respondí que la verdad es que todos heredamos las maldiciones del pecado. El pecado destruye la vida humana. Pecado significa «desobediencia a Dios». El ser humano le dice «no» a los consejos de Dios y «sí» a lo que desea hacer. El pecado genera maldiciones, las cuales no terminan con el nacimiento de un hijo. En teoría sí; usted toma un bebé en brazos y piensa: «Una página en blanco», pero no es así. Nadie llega como una página en blanco, nosotros heredamos la manera de vivir y las consecuencias de los pecados de nuestros padres. El hijo cargará eso.

¿Cuál es la solución de Dios para que esta injusticia sea reparada? En Su Palabra, Él usa la expresión «nacer de nuevo»; y ahí volvemos a cero nuestra historia. No hay ninguna condenación para los que están en Cristo. Cortamos el cordón umbilical con nuestros padres y tenemos un nuevo cordón umbilical con nuestro Padre Celestial. Él nos libra de las consecuencias de los pecados y todo pasa a depender de nuestra obediencia a Él. Usted rompe las cadenas del mal que vienen de generación en generación.

Usted puede decir que es injusto darles continuidad a los errores de nuestros padres, pero Dios es justo y nos da la oportunidad de nacer de nuevo. Usted debe buscar eso, de lo contrario, seguirá cosechando las consecuencias de los errores de sus padres.

Reflexione sobre este asunto y vea el siguiente video.

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Colaborador

Obispo Renato Cardoso