Dios llama a todos: justos e injustos, creyentes o incrédulos, santos y profanos. Él abre puertas e invita sin excepción, pero solo el que acepta esta invitación accede a la vida preparada por Él.

Tal vez piense que Dios lo rechazó por los errores que cometió, por cosas que lo avergüenzan. Usted incluso puede creer que Dios nunca lo perdonará, pero cuanto más grandes sean sus pecados, mayor es la Gracia disponible para el que se arrepiente con sinceridad.

Ejemplos de misericordia en la Biblia

En la Biblia hay relatos de Dios perdonando a asesinos, a rebeldes y a provocadores. El requisito siempre fue el mismo: un arrepentimiento sincero. Al atender el llamado Divino, esas personas recibieron perdón y su pasado fue borrado.

Es difícil entender esa gran misericordia, porque los seres humanos, generalmente, no tienen compasión. Un comentario negativo en las redes sociales es suficiente para que alguien sea bloqueado. Afortunadamente, Dios no actúa así con nosotros.

Misericordia: Aprender de Dios

Muchas personas no demuestran misericordia, a pesar de que desean recibirla. Ellas bloquean emocionalmente, apartan y desprecian al prójimo, revelando una falta de compasión que Dios jamás tendría.

Necesitamos aprender de Dios a tener más misericordia. Su misericordia es infinita, pero el tiempo no lo es. La puerta de la Gracia un día se cerrará.

«La fila avanza» también con Dios

En Romanos 10, el apóstol Pablo explica cómo Israel, el pueblo escogido, despreció a Dios. Por otro lado, los pueblos considerados ignorantes espiritualmente aprovecharon la oportunidad y buscaron a Dios con anhelo.

«Y añado: ¿Acaso Israel no sabía? En primer lugar, Moisés dice: Yo os provocaré a celos con un pueblo que no es pueblo; con un pueblo sin entendimiento os provocaré a ira. E Isaías es muy osado, y dice: Fui hallado por los que no Me buscaban; Me manifesté a los que no preguntaban por Mí». Romanos 10:19-20

Dios dijo claramente que le provocaría celos a Israel, dándole a otros pueblos lo que ellos habían despreciado. Es decir, la fila avanza también con Dios. El que rechaza hoy puede perder la oportunidad y quien está detrás de él, sediento de Él, se la apropia.

Un testimonio poderoso

Recientemente, conversé con un agente policial que nunca había siquiera abierto una Biblia ni entrado en una iglesia. Él vivía completamente distante de Dios, sirviendo a los espíritus y practicando los rituales. Pero, un día, Jesús lo llamó diciendo: «Quiero ser tu amigo».

Al día siguiente, al entrar a la Iglesia Universal, solo por ver el Altar con la frase «Jesucristo es el Señor», lloró profundamente y decidió cambiar radicalmente de vida.

No desprecie el llamado de Dios

¿Cuántas personas crecen oyendo el llamado de Dios, pero siguen rechazándolo? Mientras que, otros que nunca escucharon el Evangelio abrazan inmediatamente la primera oportunidad.

Los brazos de Dios permanecen extendidos, pero la Biblia advierte: «Buscad al Señor mientras puede ser hallado…», Isaías 55:6. Un día, la puerta se cerrará. No diga que Dios no le dio una oportunidad, porque probablemente, sucedió lo contrario.

Vea el mensaje completo en le siguiente video.