¿LA CONCIENCIA LIMPIA LIBRA DEL JUICIO DE DIOS?
La conciencia humana es un diferencial único entre todos los seres vivos. Mientras la ciencia busca explicaciones físicas para su existencia, la verdad es que la conciencia no puede encontrarse en ninguna parte del cuerpo, ¡porque es espiritual!
La conciencia es exclusiva del ser humano. No hay ninguna indicación de que otros seres posean la conciencia que el ser humano tiene sobre su existencia, su futuro y su pasado. La conciencia es algo espiritual, divino, que va más allá de nuestra materia. Nos fue dada por Dios, y la Biblia habla mucho sobre ella. Sin embargo, quiero centrarme en la famosa «conciencia limpia».
Muchas personas usan la expresión «mi conciencia está limpia» incluso para justificar actos erróneos, cosas ilícitas e injustas que practican. Usted puede encontrar personas que afirman tener la conciencia limpia incluso después de cometer atrocidades. Entonces, el significado de «limpieza» puede ser diferente para cada uno.
Podemos decir con plena convicción que tenemos la conciencia limpia cuando, en realidad, está sucia, especialmente en relación con los estándares de pureza de Dios.
En Romanos 2, el apóstol Pablo, inspirado por el Espíritu Santo, habla sobre la conciencia:
«Porque cuando los gentiles, que no tienen la ley, cumplen por instinto[b] los dictados de la ley, ellos, no teniendo la ley, son una ley para sí mismos…» (Romanos 2:14)
Dios reveló su ley inicialmente al pueblo de Israel, pero esta ley no había sido revelada hasta entonces a otras naciones. Sin embargo, lo que Pablo está diciendo es que, cuando el pueblo de Israel salía de sus límites, encontraba entre los gentiles parte de la ley de Moisés que ellos habían aprendido. ¿Cómo explicar esto? Este pueblo pagano también practica la idea de que robar está mal, matar está mal, cometer adulterio está mal. Es decir, ellos no recibieron las tablas de los 10 Mandamientos, pero hay ciertas leyes que parecen estar escritas en su corazón, es decir, en su conciencia.
Usted puede encontrar a un ateo, una persona que no cree en el Dios de la Biblia, pero que, aun diciendo que Dios no existe, abraza las mismas enseñanzas de Jesús.
No hay explicación para esto; no podemos atribuirlo a la evolución. Por el contrario, la teoría de la evolución promueve la ley del más fuerte, no la del más justo. Entonces, es una contradicción afirmar que la evolución puso esto en cuestión, pues la ley de Dios enseña que el más fuerte debe cuidar del más débil, y no eliminarlo.
«… ya que muestran la obra de la ley escrita en sus corazones, su conciencia dando testimonio, y sus pensamientos acusándolos unas veces y otras defendiéndolos…» (Romanos 2:15)
Es decir, Dios escribió la ley en el corazón de las personas y les dio una conciencia para acusarlas o confirmarlas. Así, la conciencia funciona como un juez.
Por eso, muchas personas pierden la paz, la tranquilidad e incluso se enferman debido a una conciencia pesada. Esta las acusa constantemente.
Es importante notar que lo que garantiza una conciencia sana es el hecho de que no haya sido corrompida ni cauterizada. La Biblia habla de buena conciencia y de conciencia limpia (Hebreos 10:22), pero también menciona la conciencia corrompida (Tito 1:15), la conciencia débil (1 Corintios 8:7) y la conciencia cauterizada (1 Timoteo 4:2), aquella que está en un estado tan avanzado de corrupción que ya no tiene retorno. Estas personas pierden la capacidad de juzgar.
Por lo tanto, para juzgarme correctamente, no puedo basarme solo en mi propia conciencia, sino en la Palabra de Dios, porque ella no cambia ni se corrompe.
Si usted quiere tener una conciencia verdaderamente limpia, deberá usar el «detergente» de la Palabra de Dios, porque solo bajo Su acción nuestra conciencia puede pasar la prueba de limpieza. De lo contrario, podría estar en medio de la suciedad creyendo que todo está bien.
Vea el mensaje completo en el siguiente video.
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