thumb do blog Renato Cardoso
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LA ANSIEDAD ATRASA LO QUE USTED QUIERE RÁPIDO

Palabra de Dios dice que «la ansiedad en el corazón del hombre lo deprime…», Proverbios 12:25. La ansiedad es tan perjudicial que usted puede perseguir algo muy bueno, perfecto y que agrada a Dios, pero, por el hecho de estar ansioso, convertirlo en algo malo. Por ejemplo: lo que usted más quiere es casarse y encontrar una persona, la evalúa, a su corazón le agrada y su mente la aprueba. Solo que está ansioso para casarse y puede tener comportamientos e inclinaciones hacia ciertas cosas que arruinarán la relación, como exigir mucha atención de la otra persona. Es de la voluntad de Dios que usted se case y establezca su relación, pero la manera en la que usted lidia con esto puede poner todo en riesgo.

La sensación de querer que algo suceda, en realidad, hace que eso tarde más de lo necesario. La ansiedad es típica del ser humano y, por eso, la Palabra de Dios nos enseña sobre la confianza y la paciencia.

Verifique si sufre en sus relaciones, en su vida económica, en su concentración, en su salud o en su vida espiritual a causa de la ansiedad. Si usted no cambia y comienza a practicar, a cultivar la confianza, la paciencia y la prudencia, terminará prolongando aún más la realización de lo que quiere o impidiendo que suceda.

La Palabra nos enseña a lanzar toda la ansiedad sobre el Señor Jesús, porque Él nos cuida (1 Pedro 5:7). Usted tiene que dejarle y entregarle sus ansiedades a Dios. Si está ansioso, debe que entrar en su habitación, cerrar la puerta, doblar sus rodillas y hacer una oración: «Dios mío, Te entrego esto en Tus manos. No quiero preocuparme ni intentar apresurar lo que tomará su debido tiempo. Te entrego esta ansiedad, esta preocupación, esta palpitación de mi pecho en Tus manos. Ayúdame a enforcarme en lo que puedo hacer ahora y a confiar que Tú lo realizarás a su debido tiempo», ¿entendió? Despiértese, respire hondo y confíe en Dios.