JOB HIZO MUCHO CON TAN POCO…
Escucha el mensaje y reflexiona
Job fue un ejemplo de fe e integridad. Él conocía a Dios solo por escuchar hablar de Él, y lo poco que escuchó fue suficiente para transformar su vida. Incluso con informaciones limitadas, el corazón de Job era sensible y tenía el deseo de conocer al Creador. Él aplicó lo poco que sabía, volviéndose íntegro, recto, temeroso de Dios y apartado del mal.
Dios reconoció esa fidelidad y le dijo a satanás: «… ¿Te has fijado en Mi siervo Job? Porque no hay ninguno como él sobre la tierra…», Job 1:8. Todo eso, incluso con un conocimiento muy limitado. Esto demuestra que no es la cantidad de información lo que importa, sino la práctica sincera de lo que se aprende.
Cuando el conocimiento se convierte en un obstáculo
Tomaremos como ejemplo aquí, en Brasil, donde tenemos acceso a abundantes informaciones, iglesias en cada esquina, Biblias en las palmas de las manos, aplicaciones, cursos y prédicas constantes. Es como dice la Palabra de Dios en Proverbios 27:7: «El hombre saciado aborrece la miel…». Es decir, la persona está tan llena que no se preocupa por pisar la miel, pero para el hambriento: «… todo lo amargo es dulce», dice la Biblia. Y Job era uno de esos…
Él no conocía a Dios, pero temió y practicó lo poco que escuchó hablar de Él, y eso fue suficiente para que Dios se enorgulleciera de él.
Al contrario de Job, nosotros hemos recibido tanto de Dios… pero muchos solo escuchan e incluso hablan sobre la Palabra, sin practicar casi nada.
Escuchar, practicar y transformar
La lección de Job nos invita a reflexionar: más importante que acumular conocimiento bíblico es poner en práctica lo que se aprende. Un poco de fe, aplicado con sinceridad, transforma vidas.
Finalmente, ¿será que practicas lo que sabes o solo acumulas conocimiento?
Escucha el mensaje completo de arriba y reflexiona sobre el tema.
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